Romanticismo

La sociedad de los hombres ha imitado la equidad de la madre común.

Sab solicitó ir al ingenio para apartarse de Carlota y reunir dinero para marcharse y cuidar de Martina.

Para ahogar el llanto y disfrazar bajo una frente serena el dolor que despedaza el corazón, se precisa haber sufrido mucho.

Nunca ha experimentado la tentación de ceder a la desesperación y volverse criminal.

Los espíritus débiles descansan cuando sienten la necesidad de tomar una resolución decisiva y la retardan.

Enrique pensó en contrariar la voluntad de su padre y tratar de convencerlo para que aceptase la boda con Carlota , pues le parecía la mujer más hermosa que había conocido, aunque hubiese perdido su fortuna.

Enrique piensa abandonar Cuba para distraerse y fortalecer su decisión de conseguir lo que se ha propuesto: heredar una fortuna con el matrimonio que debería contraer con una criolla rica.

Enrique no podía soportar la idea de que Carlota pudiera casarse con otro criollo y consiguiese ser feliz, pues el hombre es egoísta por naturaleza, se irrita al ver gozar a otro de la felicidad que él mismo ha despreciado.