Luego de atravesar la retina, las señales viajan como impulsos nerviosos por el nervio óptico para alcanzar el tálamo dorsal y luego la corteza visual primaria
Tallo encefálico: Regula la respiración y presión arterial. Regula el relevo de información procedente de los hemisferios cerebrales hacia el cerebelo y participa en el control de los movimientos oculares y relevo del sistema auditivo y visual
Médula espinal: conduce la información desde la piel, músculos y órganos viscerales por la vía de la raíz dorsal y los ganglios
Cerebelo: Coordinación del movimiento, planeación y ejecución del movimiento, coordinación de la postura y coordinación de movimientos de la cabeza y los ojos
Tálamo: Procesa casi toda la información sensorial que va hacia la corteza cerebral y la mayor parte de la información motora que proviene de esta corteza.
Hipotálamo: Regula la temperatura corporal , ingestión de alimentos y equilibrio hídrico. Controla la secreción de hormonas de la glándula hipófisis.
Hemisferio izquierdo:
Cálculos, comunicación y planificación.
Lógica y análisis
Descomposición de sistemas Complejos
Lenguaje
Procesamiento de información
La percepción visual se divide en más de treinta áreas en el córtex visual, que se especializan en la recepción
de diferentes submodalidades: forma, tamaño, color, contraste, sombra, claridad, distancia, proporción, movimiento, localización, perspectiva, límites, profundidad y percepción visual.
Aplicación en el Neuromarketing: Para el marketing, el sentido visual representa uno de los más significativos elementos de estudio, debido a su papel fundamental en el reconocimiento y recuerdo de la imagen, la publicidad, los empaques, los productos, los símbolos, las marcas, los logotipos, la ubicación de la mercancía en los anaqueles, los colores y demás aspectos clave.
Aplicación en el Neuromarketing: Los colores, imágenes, formas, estilos, diseños y demás elementos visuales de los productos y campañas publicitarias que generan las empresas, también representan aspectos fundamentales en el proceso de posicionamiento de las marcas.
Los huecesillos del oído (yunque, martillo y estribo) amplifican la señal y la conducen al oído interno, donde se encuentra la cóclea, lo que permite detectar cada frecuencia por separado.
En el cerebro la información fluye desde el nervio auditivo y se registra en el tálamo, para luego pasar a la corteza auditiva.
El sistema auditivo identifica distintas cualidades del los sonidos dentro de la señal compleja que recibe (tonos, inflexiones de la voz, volumen, ritmo, entre otros)
Aplicación en el Neuromarketing: Para el marketing, las diversas cualidades de los sonidos (tonos, ritmos, intensidades, volúmenes, entre otros) representan elementos primordiales en los procesos que implican la transmisión de emociones al cliente, el reconocimiento de marcas, posicionamiento, publicidad, venta personal y marketing directo.
Nivel de recordación: 2%
Cuando experimentamos una sensación a través del tacto, la información se transmite por el sistema nervioso hasta la médula espinal y, desde allí, a una zona de la corteza cerebral, donde se procesa e interpreta
La sensación somática surge de una serie de informaciones procedentes de una variedad de receptores del cuerpo y presenta cuatro modalidades principales en cuanto a la sensibilidad: la discriminación táctil, requerida para reconocer el tamaño, la forma y la textura de los objetos; la propiocepción que informa acerca de la postura, movimientos y equilibrio; la nocicepción, relacionada con los sensores del dolor; y las sensaciones de temperatura, que registran lo cálido y lo frío del
cuerpo.
Aplicación en el Neuromarketing: Para el marketing
el sentido del tacto resulta de gran importancia, pues del contacto que puedan tener los consumidores con los servicios, productos, marcas, personas y demás elementos que representen a la organización, dependerá, en gran medida, que su percepción sea positiva. El consumidor suele relacionar la consistencia, suavidad e incluso peso con aspectos como la madurez, duración, calidad y el placer que
pueda percibir de los productos.
Los corpúsculos gustativos tienen células receptoras de sabores, que proyectan varias fibras nerviosas gustativas hacia el tálamo y se conectan con zonas específicas de la corteza parietal
Se ha identificado un mínimo de trece receptores en las células gustativas: para el sodio, potasio, cloruro, adenosina, inosina, sabor dulce, amargo, glutamato e hidrógeno.
Las sensaciones gustativas primarias se clasifican
en: agrio, salado, dulce, amargo y umami. Los diversos sabores que puede percibir una persona no son más que las combinaciones de las sensaciones gustativas elementales.
Se dice que en los últimos años se han estudiado alrededor de cien sensaciones olfatorias primarias. Un
aspecto interesante relacionado con el sentido del olfato es que es uno de los sentidos que más se conecta con la memoria emocional, ya que esta información neuronal llega hasta el hipotálamo, en el límbico.
Cuando se excitan las células especializadas en la recepción de olores, se envía un impulso nervioso al bulbo olfatorio (detección) y se transmite el impulso al hipocampo, donde se clasifican los olores.
Aplicación en el Neuromarketing: Las empresas se han encargado, a través de sus campañas publicitarias, de generar en la mente de los clientes diversas asociaciones entre marcas, productos, sabores y fragancias con resultados muy importantes.
Ante la saturación visual a la cual se somete al consumidor, los olores y sabores han resultado estímulos valiosos que influencian el comportamiento del consumidor.