Consiste precisamente en ser un servicio en la comunidad y creyentes.
los escritos del Nuevo Testamento —excepción hecha de las cartas pastorales— se dirigen siempre a las comunidades
Comunidades
La misma comunidad la que tiene que reunirse y resolver sus problemas
La comunidad de Jesús nunca fue solo de los doce (Mt 8,21; 27,57; Me 4,10; 10,32; Le 10,1.17)
El nuevo pueblo de Dios, la comunidad de salvación, ha dicho expresamente el concilio Vaticano II (LG 9),
La jerarquía y el ministerio se han de entender dentro del dato previo y básico de la comunidad (LG 18ss)
El ministerio es un elemento esencialmente constitutivo de la comunidad cristiana.
La gran división entre los cristianos (ICor 1,10-13)
Escándalos graves (ICor 5,1-3)
Litigios (ICor 6,1-11)
Inmoralidad (ICor 6,12-19)
Celebrar mal la eucaristía (ICor 11,17-34)
Desorden en las asambleas comunitarias (ICor 14,26-40)
Dudas de la resurrección (ICor 15)
Toda comunidad de creyentes tiene derecho a poseer los ministerios y los ministros que necesita
Cuando una comunidad se queda sin ministro, se debe designar a la persona que se considere idónea. En la actualidad ya no es de está forma.
El ministerio no es una dignidad y menos aún un premio que se otorga por los méritos relevantes de un sujeto.
Para el acceso al ministerio actualmente no basta la elección y designación por parte de la comunidad. Se requiere la aceptación oficial
Según la costumbre de la Iglesia antigua, cuando se trataba de un obispo, otros tres obispos aceptaban su designación por la comunidad y le imponían las manos.
Cuando se trataba del presbítero, el obispo de cada diócesis era el encargado y responsable de esa imposición de manos.