De reducir los riesgos de una confrontación mediante una adecuada
utilización de las palabras durante todo el proceso de la intervención policial. Utilícelas cualquiera sea el nivel de fuerza a emplear, desde la simple presencia policial (en un nivel preventivo) hasta el último recurso que sería el uso del arma de fuego.
El tono de voz escogido
Debe ser proporcional a sus propósitos. Sea claro para
que no exista falta de comprensión y confusión. Si usted no es claro, el
sospechoso puede adoptar una actitud diferente de la ordenada y generar consecuencias indeseadas.
En general
Sólo uno de los policías debe hablar al intervenido. Dé órdenes
claras, cortas y audibles para cada acción que el sospechoso deba tomar:
¡ALTO! ¡POLICÍA! (o ¡DETÉNGASE! ¡POLICÍA!)
¡ALCE LAS MANOS! (o ¡PONGA LAS MANOS SOBRE LA CABEZA!,
¡PONGA LAS MANOS ARRIBA!)
¡ENTRELACE SUS DEDOS! (o ¡CRUCE LOS DEDOS!)
¡VOLTÉESE! (o ¡DÉSE LA VUELTA!, ¡DE ESPALDAS A MÍ!)
¡ARRODÍLLESE! (o ¡TIÉNDASE EN EL SUELO!)
¡CRUCE LAS PIERNAS! (o ¡PONGA UNA PIERNA SOBRE LA OTRA!)
La manera como usted dialogue puede variar en función de la situación:
Una simple recopilación de información (una conversación para reunir datos).
Un diálogo persuasivo (cuando se pide cooperación).
Un control verbal suave (decir directamente a un sospechoso lo que debe hacer, en un tono más insistente).
Procedimiento
El modo como usted se relaciona o interactúa con el sospechoso o presunto
infractor durante la intervención, es un factor decisivo para que la situación tenga
una solución satisfactoria.
Adelántese, realizando el contacto verbal antes que el presunto infractor lo
haga. El que habla primero gana importante ventaja psicológica y física que
podrá favorecer la solución del problema.
Efectúe el contacto verbal desde un lugar seguro, de esa forma, si hay una
reacción por parte del intervenido, usted estará protegido y en condiciones de
defenderse.
Tenga su arma lista, conforme lo determine el nivel de riesgo de la situación.
Como medida de seguridad es conveniente, aun cuando no sea necesario sacar
el arma, que usted abra el botón de la funda, y localice el arma, colocando su mano sobre la empuñadura.
(no acata las órdenes pero tampoco le
agrede):
Cuando (las órdenes) no las escucha por el ruido de la calle, por tener la radio
encendida, o por tener problemas auditivos.
Cuando (las órdenes) no las entiende por los efectos del alcohol u otras drogas.
Cuando (las órdenes) no las acata simplemente porque quiere desafiar a la
autoridad o desmerecer su acción, intentando provocar al policía, conducirlo a
una situación humillante frente al público, o hacer que reaccione haciendo uso
excesivo de la fuerza.
Hace caso omiso de las advertencias u órdenes, cuando busca conseguir la
simpatía de los transeúntes tratando de ponerlos en contra de la actuación
policial.
Hace caso omiso de las advertencias u órdenes, cuando tiene algo que
esconder y busca ganar tiempo o distraer la atención de los policías.
No acata las órdenes, cuando trata de ganar tiempo para fugar o enfrentarse
físicamente con los policías, esto es, con resistencia activa (no acata las
órdenes y además agrede al policía).