Tiene como propósito determinar en qué medida se están cumpliendo las metas de calidad que se fijan en los estándares, asociadas a los aprendizajes que se espera logren los estudiantes a su paso por la escuela.
No limitar a evaluar solo los conocimientos. Preocuparse por recoger información de los diversos ámbitos del saber, del saber hacer y del saber comportarse y relacionarse humanos. Conocimientos, comprensión, aplicación, análisis, síntesis, valoración y creación de principios, hechos y leyes. Competencias y habilidades, procedimientos. Actitudes, valores y normas
El responsable del diseño de las competencias, objetivos y contenidos del curso. De ahí ha de partir la evaluación.
Pero persona distinta puede decidir sobre el nivel de exigencia que ha de imprimirse a un determinado curso o asignatura, o sobre los objetivos mínimos necesarios que se supone pueden dar respuesta al logro de competencias.
Se sugiere la realización de una evaluación inicial o diagnóstica al comienzo del curso que nos ofrecerá una radiografía de cada estudiante concreto y de la situación del grupo A lo largo del curso, se hace precisa la evaluación del proceso o evaluación continua del trabajo que se realiza. e hace precisa, por fin, una evaluación final, que debería ser consecuencia lógica de la evaluación continua y sistemática que se ha venido realizando
Habrán de adoptarse, deberán ser previas al desarrollo del curso o materia. Decisiones que inciden en las propias posibilidades y medios con que cuenta el centro responsable de impartir el curso, o la institución en la que lo van a seguir. Así, caben todas estas posibilidades: evaluación sumativa formativa, evaluación cuantitativa, cualitativa, evaluación normativa, criterial, personalizada, autoevaluación, heteroevaluación, coevaluación.