INTRODUCCIÓN
Cirujanos-odontólogos presentan dificultades en la prescripción de medicamentos en odontopediatría desde su formación. Es de destacar, sin embargo, que la prescripción bien orientada es importante para controlar satisfactoriamente el dolor del niño, favorecer la cura de las lesiones bucales, y evitar eventos adversos graves y minimizar el riesgo de resistencia bacteriana.
ODONTOPEDIATRIA.
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En la prescripción pediátrica, es importante recordar que los niños no son adultos en miniatura. Su metabolismo y la fisiología son diferentes a la de los adultos y por lo tanto, la dosis de la medicación prescrita de forma ambulatoria debe basarse en el peso del niño.
Es inconcebible administrar las dosis en base a la apariencia del niño (ejemplo: dar la mitad de la dosis para adultos) y el uso de fórmulas puede no lograr el efecto terapéutico deseado. Además, los errores en la prescripción pueden estar asociados con el fracaso terapéutico, intoxicación y / o en el caso de los antibióticos, la selección de microorganismos resistentes.
El dolor en los niños es posible de ser prevenido, tratado o al menos reducido utilizando medios psicológicos, técnicas físicas y medios farmacológicos.
Las intervenciones farmacológicas para el dolor pediátrico incluyen:
analgésicos no opiáceos (ejemplos: acetaminofeno y dipirona).
anti-inflamatorios no esteroides (por ejemplo: ibrupofeno, naproxeno y diclofenaco).
los analgésicos opioides (por ejemplo: la codeína y el tramadol).
Analgésicos/anti-inflamatorios
Uno de los signos de que la infección se está extendiendo por vía sistémica es la fiebre o la temperatura corporal igual o superior a 38ºC.
El paracetamol se utiliza ampliamente para tratar la fiebre en los niños. A pesar de las evidencias que fundamentan que el uso de paracetamol para controlar la fiebre en los niños sea débil e inconsistente debido al pequeño número de estudios, el uso clínico de este antipirético no debe ser descartado.
Vale recordar también que otra dificultad en la prescripción de medicamentos para niños, con eficacia y seguridad, es que más de la mitad de los medicamentos usados en pediatría no están indicados para tal fin o son administrados fuera de la indicación específica. Así, algunos medicamentos están contraindicados en niños por estar asociados comprobadamente a eventos adversos serios, y otros aún no están recomendados por la falta de estudios.
La endocarditis bacteriana (EB) es una enfermedad producida por la asociación de alteraciones morfológicas del corazón y una bacteriemia proveniente de distintos orígenes, a veces sin descubrir (endocarditis infecciosas). Se clasifica dependiendo de la alteración morfológica, por el cuadro clínico y la evolución, que varía según el microorganismo y las condiciones del huésped.
INTRODUCCION.
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Existen varias formas de clasificación de la EB.
Cuadro clínico Según el cuadro clínico pueden distinguirse tres tipos:
endocarditis valvular primitiva
endocarditis de los drogadictos por vía i.v.
endocarditis de las válvulas protéticas
Cada una de ellas con distinta evolución y diferentes agentes microbianos causales.
También pueden dividirse según la evolución en agudas y subagudas:
EB aguda (EBA) está ocasionada por el Staphylococcus aureus, que asienta sobre una válvula normal; es rápidamente destructiva y produce focos metastásicos. Si no se trata, es mortal en menos de 6 semanas.
endocarditis subaguda (EBS) suele deberse al Streptococcus viridans y, sin tratamiento, tarda más de 6 semanas, y hasta incluso un año, en llevar a la muerte.
Las lesiones características de la EB son las “vegetaciones” que asientan en el endocardio, sobre todo en válvulas defectuosas. La enfermedad suele aparecer como consecuencia de la colonización de microorganismos sobre dichas vegetaciones estériles, integradas por plaquetas y fibrina.
En el curso de una bacteriemia, la infección de una vegetación estéril es muy probable, las bacterias se adhieren con fuerza a las plaquetas, la fibrina y la fibronectina, formando un “lugar protegido”, dentro del cual las células fagocitarias apenas pueden penetrar.
La endocarditis tiene tendencia a producirse en zonas de presión elevada (mitad izquierda del corazón), en el lugar donde la corriente sanguínea atraviesa un orificio estrecho a gran velocidad, desde una cámara con gran presión hacia otra de menor presión
PATOGENIA Y ANATOMIA PATOLOGICA
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E. B. DE ORIGEN BUCAL
Las bacterias orales que más frecuentemente se han relacionado con la EB son los estreptococos, principalmente del grupo viridans. La patogenicidad en estos casos se atribuye a su gran capacidad de producir efectos trombogénicos que contribuyen a la formación de lesiones vegetativas.
El S. aureus es la especie que más veces se ha aislado. Esta especie tiene una gran virulencia, debida a su capacidad de producir agregación plaquetaria, se adhiere a receptores específicos del endotelio de las válvulas cardíacas
Los protocolos más usados son los de la American Heart Association (AHA) y la de la British Society of Antimicrobial Chemotherapy (BSAC).
La utilización correcta de los protocolos de la AHA y de la BSAC por parte de los odontoestomatólogos está entre un 1,6% y el 96% según diferentes estudios en diversos países (40). Sí es cierto que las cifras han ido aumentando en los últimos años, pero en algunos lugares, están por debajo del 40% en la actualidad.
Seguir los protocolos de PA recomendados por la AHA o la BSAC en pacientes de riesgo de EB, sobre todo los considerados de alto riesgo: antecedentes de endocarditis previa, lesión valvular grave o la existencia de una prótesis valvular cardiaca.
Promover un estado de salud oral en los pacientes con riesgo de EB.
Utilizar antisépticos orales inmediatamente antes de cualquier intervención bucodentaria, como puede ser la clorhexidina al 0,12% o 2% en forma de enjuagues, manteniéndolo en la boca un mínimo de 30 segundos.
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