Durante la década de los 90 comienza a gestarse lo que más adelante sería uno de los abordajes más innovadores y característicos de estos tiempos en el ámbito de la enseñanza/aprendizaje de lenguas extranjeras. Los lineamientos más importantes del enfoque léxico son definidos por Michael Lewis en 1993, bajo su obra titulada The Lexical Approach. The State of ELT and a Way Forward. Según Lewis, podemos definir al enfoque léxico como perteneciente a la vertiente de un abordaje más profundo: el enfoque comunicativo. Solo que aquí daremos más relevancia al léxico como elemento esencial en situaciones comunicativas.
El enfoque léxico se funda, desde una perspectiva psicolingüística, en el reconocimiento de que, como en el caso de los hablantes nativos, una parte muy importante de la adquisición de una L2 consiste en la capacidad de comprender y producir frases léxicas como un todo sin analizar (chunks). La exhibición a estos segmentos léxicos permite a los alumnos asimilar de modo implícito patrones lingüísticos que se han considerado tradicionalmente parte de la gramática. La enseñanza se centra en expresiones bastante fijas que ocurren con frecuencia en el lenguaje hablado.
El vocabulario de un idioma refleja el medio físico y social de sus hablantes porque es un inventario de las ideas, los intereses y las ocupaciones de la comunidad. Las lenguas se adaptan a las preocupaciones, los intereses y las vivencias de los hablantes. Conocer una lengua es conocer el léxico, saber usarlo, y también conocer y saber utilizar las reglas que controlan la combinación correcta de los elementos. Las situaciones sociales son muy diversas, conocer una lengua es conocer las convenciones sociales que controlan el uso de ella en distintas situaciones.
Los miembros de una comunidad usan las palabras, en general, con el mismo significado; de otro modo resultaría muy difícil el entendimiento. El comportamiento lingüístico es una parte del conjunto de modelos sociales de conducta que caracterizan a los grupos humanos: cada uno de ellos tiene unas costumbres y unas convenciones distintas.