La depositación directa envuelve la precipitación de fases minerales en espacios abiertos por un fluido sobresaturado (p.e. cavidades, fracturas, etc. è rellenos, vetillas, etc.).
El reemplazamiento involucra la conversión de una fase mineral en otra por la interacción agua-roca. Este proceso usualmente involucra reacciones de disolución-precipitación en diversas escalas (microescala y submicroscópica).
La lixiviación produce el desplazamiento de sustancias solubles o “dispersables”. Es aquel proceso en el cual se extrae uno o varios solutos de un sólido, mediante la utilización de un disolvente liquido (Browne, 1997).
Disolución mineral: La disolución de un sólido supone la ruptura de los enlaces de la red cristalina y la consiguiente disgregación de sus componentes en el seno del líquido. Este proceso depende de la solubilidad de los materiales y la temperatura.