Santa Luisa es consciente de que para ser verdaderamente cristiana tiene que vivir como Cristo, llegar a ser verdadera discípula de Cristo:
«Debo imitar a Jesús como una esposa trata de identificarse con su esposo».
«…Es muy razonable que sigamos e imitemos su santísima vida humana; este pensamiento me ha ocupado profundamente el espíritu y en él he resuelto decididamente seguirle, sin distinción alguna, sino llena de consuelo al sentirme tan feliz de ser aceptada por Él para vivir toda mi vida en su seguimiento. Para ello, he formado el propósito de, en toda ocasión dudosa, en la que no sepa cómo actuar, considerar lo que Jesús hubiera hecho».