“Las habilidades para la vida son habilidades personales, interpersonales, cognitivas y físicas que permiten a las personas controlar y dirigir sus vidas, desarrollando la capacidad para vivir con su entorno y lograr que éste cambie…”
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Tipos de habilidades sociales:
"Son aquellas aptitudes necesarias para tener un comportamiento adecuado y positivo, que nos permita enfrentar eficazmente las exigencias y retos de la vida diaria”.
Conocerse uno mismo, habilidad para identificar los rasgos personales, tomar conciencia de las características personales y distintivas, poder describir cómo es nuestra singularidad, notar las diferencias respecto a los demás.
Comprender las reacciones, emociones y opiniones ajenas, e ir más allá de las diferencias, lo que nos hace más tolerantes en las interacciones sociales. “Ponerse en la piel” de la otra persona para comprenderla mejor y responder de forma solidaria, de acuerdo con las circunstancias.
Habilidad para expresar lo propio en el sentido de diferencias, necesidades, expectativas, límites y sentimientos de una manera adecuada y apropiada, que marca mi posición sin dañar al otro. Hacer valer lo propio, respetando a los demás.
Habilidad para interactuar y comunicar ,pudiendo adaptarse a las diferencias y distintos grupos. Esta destreza incluye dos aspectos claves:
Aprender a iniciar, mantener o terminar una relación
Relacionarse en forma positiva con las personas con quienes se interactúa a diario (en el trabajo, en la escuela, etc.)
Continuamente estamos tomando decisiones, escogiendo qué hacer tras considerar distintas alternativas. Esta habilidad ofrece herramientas para evaluar las diferentes posibilidades en juego, teniendo en cuenta necesidades, valores, motivaciones, influencias y posibles consecuencias presentes y futuras, tanto en la propia vida como en la de otras personas.
Interpretar el cambio y el conflicto como parte de la vida. Búsqueda de alternativas que integren las necesidades propias y ajenas. Podemos manejarlos de forma creativa y flexible, identificando en ellos oportunidades de cambio y crecimiento personal y social.
Implementar cambios y opciones distintas y variadas. Buscar otras alternativas no consideradas. Usar la razón y la “pasión” (emociones, sentimientos, intuiciones, etc.) para ver la realidad desde perspectivas diferentes que permitan inventar, crear y emprender con originalidad.
Habilidad para revisar lo propio, para dudar y mejorar las opciones planteadas. Buscar alternativas lógicas y realistas. El pensamiento crítico requiere la puesta en acción tanto de habilidades cognitivas, como de competencias emocionales .
Esta habilidad propone aprender a navegar en el mundo de las emociones y sentimientos, logrando mayor sintonía con el propio mundo afectivo y el de las demás personas.
Las tensiones son inevitables en la vida de todas las personas. El reto que representan no consiste en evadir las tensiones, sino en aprender a afrontarlas de manera constructiva, sin instalarse en un estado crónico de estrés.