Los Códices
calendárico-rituales son los calendarios prehispánicos adivinatorios de 260
días, y el libro o códice donde se registraban era el tonalamatl, diferentes de
los calendarios civiles de 360 días o anuales. A este grupo corresponden
también las llamadas "ruedas calendáricas", llamadas así por su forma
circular, como las siete ruedas Ruedas calendáricas de Veytia, que incluyen
calendarios rituales y civiles y ciclos de 52 años.
Los Códices
calendárico-rituales son los calendarios prehispánicos adivinatorios de 260
días, y el libro o códice donde se registraban era el tonalamatl, diferentes de
los calendarios civiles de 360 días o anuales. A este grupo corresponden
también las llamadas "ruedas calendáricas", llamadas así por su forma
circular, como las siete ruedas Ruedas calendáricas de Veytia, que incluyen
calendarios rituales y civiles y ciclos de 52 años.
En el rubro de códices económicos, se incluyen las
llamadas "cuentas de la gente" o censos, pintados como parte
secundaria o principal de documentos de diferentes temáticas, entre los que se
cuenta la Matrícula de Huexotzingo, o el Códice Vergara, así como los códices
de tributos donde fueron registradas las relaciones de pagos a encomenderos,
como el Memorial de Tepetlaoztoc o Códice Kingsborough, de tributos entregados
al ministro de la iglesia, como el Códice de Teloloapan, procedente del actual
estado de Guerrero, y de tributos locales a funcionarios indígenas y a la caja
de comunidad, como el Códice de Otlazpan; además de los registros financieros y
libros de cuentas, ejemplificados por el Códice Sierra.
Los códices
jurídicos o de litigios son los testimonios de la parte indígena presentados
durante procesos de lo civil, lo administrativo o lo criminal generados entre
indígenas y españoles o, bien, entre miembros de las comunidades indígenas y
agudizados por la administración autoritaria y la procuración de justicia
unilateral propias del gobierno colonial.