El Impresionismo era un movimiento fundamentalmente pictórico, pero ejerció en las décadas
finales de siglo una influencia profunda en la música, la literatura y la escultura. En principio no
parecía la escultura el procedimiento idóneo para representar
los cambios constantes de luz en la naturaleza.
La escultura contemporánea es el arte que experimenta una revolución más radical en el siglo
XX. Sus tendencias evolucionan siguiendo un camino paralelo al de la pintura y en bastantes casos los
pintores cultivan también la escultura.
El Cubismo supone la ruptura definitiva con la tradición. La
figura humana pierde su omnipresencia para dejar paso a las formas
geométricas.
El expresionismo es, lo mismo que en
pintura, una constante del lenguaje escultórico,
los artistas descubren pronto la intensidad expresiva de las deformaciones y el
vitalismo de los gestos crispados.
La evolución escultórica actual pasa por la abstracción y, dentro de ella, la escuela denominada
Constructivismo busca la forma al margen de la masa, prefiriendo un desarrollo de las superficies en el
espacio, como si la obra creciera sobre sí misma encerrando espacios.
ILa otra gran incorporación a la escultura contemporánea es el movimiento. La escultura
tradicional había reflejado el movimiento fijo, como en una instantánea. Al principio de siglo los
escultores futuristas superponen láminas o deshacen las superficies rugosas para presentar posiciones
sucesivas de una figura