En Julio 1867 Benito Juarez estableció su gobierno en la
Ciudad de México
La economía del país estaba en ruinas, era necesario organizar
el gobierno y las finanzas del país. Así que se redujo el ejercito
a 30,000 personas
Juárez había gobernado con facultades extraordinarias debido a la guerra de
Reforma, la intervención francesa y el Imperio de Maximiliano. Las
facultades extraordinarias habían excedido los límites del poder. Juárez
podía vetar las decisiones de los otros poderes, lo cual significaba que su
régimen presentaba un carácter dictatorial.
A los comuneros y campesinos se les despojó de las tierras que habían
cultivado en sus comunidades. Terratenientes y militares fueron los
culpables de estas arbitrariedades, que originaron rebeliones. El gobierno
las calificaba como clericales y las reprimió en forma sangrienta.
La filosofía predominante era el positivismo, que se vinculó con la vida nacional. La
filosofía de Augusto Comte vino a México y se adoptó en el campo educativo y en la
política.
En 1871, Juárez concluyó su gestión y lanzó su candidatura para la reelección. La
elección se efectuó en diciembre de 1871 y el triunfo fue para Juárez, pero su victoria
se vio opacada y acusada de fraudulenta. Porfirio Díaz se pronunció con el Plan de la
Noria, antirreeleccionista, y en el que exigía el respeto a la Constitución de 1857, pero
fracasó. (Sánchez 172)
Benito Juarez se hace presidente y muere con un año de presidencia.