Cristo condena el deseo del adulterio (cf Mt 5,27-28).
El adulterio es la imagen del pecado de idolatría.
Comete una falta a sus compromisos. Quebranta el derecho
del otro cónyuge y atenta contra la institución del
matrimonio, violando el contrato que le da origen.
EL DIVORCIO
Es una ofensa grave a la ley natural.
El divorcio atenta contra la alianza de salvación
de la cual el matrimonio sacramental es un
signo.
Al contraer una nueva unión, aunque reconocida
por la ley civil, aumenta la gravedad de la
ruptura.
Adquiere también su carácter inmortal a
causa del desorden que introduce en la
célula familiar y en la sociedad.
OTRAS OFENSAS A LA DIGNIDAD DEL MATRIMONIO
Incesto:
es la relación carnal entre parientes dentro de los grados en que se está prohibido el matrimonio.
Unión libre:
cuando el hombre y la mujer se niega a dar forma jurídica y pública a una unión que implica la
intimidad sexual.