Ambos fascinan, ya que invitan
al ensayo, a la apuesta intuitiva;
implican la acción sobre el
mundo, representan la
experimentación con los
factores inéditos, desconocidos
y novedosos
El error y la ilusión son
constitutivos de la condición
humana, inseparables de los
procesos de humanidad.
La implicación de este tipo de
conocimiento, que busca la verdad
por sobre todo, es, paradójicamente,
la producción de nuevos errores e
ilusiones
Si se acepta que es;
Constitutivo
de la vida
humana
La búsqueda de su
supresión es, de alguna
manera, avanzar hacia el
desconocimiento de lo
humano.
Gran parte de la vitalidad que
tiene la acción humana
De debe a la seducción de las ilusiones
y al reto que implican los errores,
tratar de erradicarlos significaría la
inmovilidad, la negación de actuar
sobre el mundo.
El error y la ilusión son
aspectos de un conocimiento
indigente, que requieren
reconocer las limitaciones
humanas.
De ahí que es al deseo de
control –otro error, otra
ilusión–, al que más afectan
el error y la ilusión.
POLÍTICA
Evitar el error y la ilusión es
sinónimo de tener pericia
para mantener el control
político.
Consecuencia
La construcción de modelos
analíticos absolutos o de
estrategias políticas infalibles
El objetivo que se encuentra de
fondo es un capital fundamental
para el hombre político y también
para el politólogo
El mantenimiento y el
conocimiento total del
poder.
Prevenir la ilusión
garantiza que el manejo
del poder es racional
El error y la ilusión se combinan
para desmontar los mitos de la
teoría, para demostrar la torpeza de
los procedimientos, para quitarle el
protocolo y los tonos graves a los
que son simples hombres
Comprender al error y a la ilusión
como fuente de conocimiento de la
política, permite comprender al
poder, ubicar mejor el devenir
político, asumir responsabilidades,
hacer vida democrática.
Aceptar el error, aprender de la
ilusión política es por lo tanto,
una clave para la sana
democracia.
“las estratagemas de la
razón”
consiste en que aquel
político que intenta
controlarlo todo,
termina
descontrolando el
sistema.
La democracia sometida al error del
control total tiene siempre un aspecto
esquizofrénico: permite la
participación, pero acotada; proclama
la inclusión, pero solo de algunos