Las fértiles tierras entre los ríos Tigris y Eúfrates forman la región conocida como Mesopotamia (tierra entre
ríos, en griego).
Allí surgieron y se desarrollaron algunas de las primeras y más importantes civilizaciones urbanas de
la historia humana y origen de la civilización occidental.
Allí surgieron grandes ciudades Estado (llegaron a tener más de 20000 habitantes) como Ur, Uruk,
Babilonia…, independientes unas de otras, que desarrollaron una potente economía agrícola y
ganadera y un floreciente comercio.
Eran ciudades amuralladas, formadas por casas de adobe y agrupadas alrededor del templo o zigurat.
La sociedad mesopotámica estaba compuesta por una población formada mayoritariamente por
agricultores y pastores.
se cultivaban lentejas, cebada, ajos, palmeras (dátiles) y la ganadería estaba compuesta principalmente
por ovejas, cabras y camellos.
Grupo 1
Otras clases sociales eran los sacerdotes, que se encargaban del control de las cosechas, del comercio
y de la seguridad, funcionarios, que aplicaban las normas dadas por los sacerdotes y los esclavos, que
eran en su mayor parte prisioneros de guerra.
Es probable que en un primer momento el rey y el sumo sacerdote fueran la misma persona;
posteriormente los cargos se separarían.
El auge de Mesopotamia se produce con el imperio babilónico (dominio de la ciudad de Babilonia),
entre el 2300 a.C y el 1600 a. C. Después el poder pasa al imperio asirio y finalmente a los persas, a
partir del s. VI a. C.
El edificio más importante era el zigurat, que era al mismo tiempo templo y casa de la ciencia.
Los estudios y observaciones astronómicas de los sacerdotes mesopotámicos llevaron a la invención
de los primeros calendarios y al establecimiento del año solar de 12 meses de 30 días allá por el 2000
a.C. Cada 6 años se añadía un mes suplementario para reajustar el calendario.
Los antiguos habitantes de Mesopotamia hicieron importantes avances en matemáticas, necesarias
para sus cálculos astronómicos y para la construcción de acequias y canales y en astronomía.