Normalmente, todas las personas
hablamos en uso del don que, junto
con el pensamiento, nos caracteriza
como seres humanos; pero muy
pocas lo hacen con eficacia.
El conocimiento de la lengua y de los
significados no es suficiente para
adquirir capacidad expresiva.
Decisión de hablar, la constancia, el desarrollo de
aptitudes y el conocimiento y observación de las
reglas elementales de la palabra hablada, nos
introducirán, ciertamente, al dominio de la
comunicación humana y nos acercaran a nuestros
semejantes.
CUALIDADES DEL EMISOR Y RECEPTOR
Cualidades físicas: facultades sensorias
Hacer comunicación oral efectiva no exige cualidades
que estén fuera del alcance del individuo normal.
Cualquier otra actividad profesional presupone los
mismos requisitos que ha de reunir el orador.
Las características físicas no presentan
ninguna barrera, salvo casos
incompatibles con el uso de la palabra,
de naturaleza no superable, como
pueden ser la mudez, afonías definitivas
o cierto tipo de afasias.
Cualidades intelectuales: inteligencia, sensibilidad,
imaginación, memoria, laxitud y cultura.
Es suficiente poseer inteligencia media y
sentido común. Percibir interpretar y distinguir
los fenómenos y cuestiones que se tratan;
desarrollarlos analíticamente , captarlos en sus
relaciones de afinidad o diferencia con los
demás temas y hallarles la ubicación que les es
propia, dentro del contexto de nuestro mundo
conocido, para incorporarlos a la experiencia.
Poseer conocimientos generales, cultura general,
siempre nos ayudará a enriquecer nuestras
expresiones, ilustrarlas, establecer relaciones y
comparaciones, en suma, a entender mejor el
mundo que nos rodea
Cualidades morales: éticas y axiológicas
un orador es, ante todo, un
hombre, y ser hombre entraña
serias responsabilidades.
La persuasión que ejerce sobre el público lo obliga
a ser respetuoso, activo, de los valores éticos.
Si el orador pretende erigirse e conductor de sus oyentes, debe ser
hombre justo y virtuoso.
MANIFESTACIONES EXTERNAS DEL EMISOR
Manifestación es acción y efecto de manifestar o
manifestarse, esto es, descubrir o poner a la vista algo.
Con este significado, el porte, la postura, los ademanes, la
voz, el uso de la mirada, los gestos y la fisonomía a incluso
el atuendo, son manifestaciones externas del orador