El Portafolio Digital de Aprendizaje es una herramienta en el proceso de enseñanza-aprendizaje donde el alumno registra sus avances y puede comparar sus progresos, al docente le permite tener un seguimiento individual y preciso de los logros o dificultades que experimenta el alumno.
En el estudio de Frida Díaz Barriga se llega a la
afirmación de que el e-portafolio de aprendizaje
funcionó no sólo como un sistema de recopilación
y evaluación de evidencias de desempeño, sino que
se pudo convertir en un instrumento potente para
el seguimiento y la reflexión de los aprendizajes de
los participantes.
Un portafolio no solo debe cubrir la función de recopilar o almacenar los trabajos, observar el avance individual del
alumno y su nivel de apropiación del conocimiento, también debe funcionar para que el alumno pueda repasar los
contenidos trabajados en clase de una forma clara y precisa.
Vincula los aprendizajes de tipo
conceptual con los
procedimentales que se expresan
en evidencias de desempeño, en un
contexto y situación determinada.
Los trabajos que pueden integrar un portafolio de
aprendizaje son de muy diversa índole: ensayos,
series de problemas resueltos, trabajos artísticos,
proyectos específicos, trabajos colectivos,
comentarios a lecturas realizadas, autorreflexiones,
reportes de laboratorio, hojas de trabajo, videos,
cintas de audio, planes, entre muchos otros. Lo
importante es que dichas evidencias o artefactos
constituyan un elemento organizador que permita
estructurar los aprendizajes en una lógica sistémica
(Colén, Giné e Imbernón, 2006).
La finalidad no es integrar trabajos por integrar.
Se deben de incorporar solo aquellos que llevan
una secuencia didáctica y reflejan los avances del
alumno, reflejándose en ellos el avance en el
dominio de los contenidos, el desarrollo de
habilidades pero sobre todo que sean formativos.
El Portafolio Digital de Aprendizaje
es una selección o colección de
trabajos académicos que los
alumnos han realizado en el
transcurso de un ciclo o curso
escolar. Aunque no es exclusivo
para los alumnos, el docente
también puede llevar su Portafolio.
Para distintos autores el contenido y estructura de un portafolio de
aprendizaje no debería someterse a ninguna
cortapisa ni estructuración externa; así, el estudiante
es quien debería elegir qué y cómo introducir a su
portafolio, a condición de que reflejara su progreso y
conocimientos y de que estipulara criterios de
selección (Gregori Giralt, 2009).
En el nivel primaria los productos que se ingresan al portafolio
físico o eléctrico son direccionados por el docente, lo importante es
involucrar al alumno en el proceso, que adquiera la responsabilidad
de su evaluación, ya que en el refleja su desempeño académico y
personal.