Se ha definido como de vital importancia para las relaciones a largo plazo del productor y el cliente,
que se trate de forma transparente y clara todo tipo de negociaciones que tengan a lugar, el cliente
espera de usted que le brinde un producto que satisfaga sus necesidades y que corresponda
exactamente al negocio que usted le ha propuesto, sin necesidad de sorprenderse por algo en el
negocio que no se lo esperaba, como por ejemplo cuotas mas altas de pagos de lo debido, que el
producto no cumpla lo que promete hacer, etc.
. La razón era simple, sabía que al tratarse de un amigo no compararían precios y por lo tanto podían
cobrar de más, tuvimos más de una discusión por culpa de su falfa de Etica en las ventas.
La experiencia ética puede definirse como “la síntesis de las percepciones de los consumidores en lo
referente a la calidad del tratamiento ético ofrecido por los vendedores en anteriores encuentros,
basadas en sus propias experiencias, experiencias contadas por otras personas, y la información
obtenida de fuentes secundarias” . Es, por lo tanto, una variable que va a recoger la
impresión general y previa al encuentro de venta que posee el individuo sobre la ética de los
vendedores. Como se indica en la definición, estas experiencias estarán determinadas tanto por
factores externos al individuo, (la información obtenida de los medios de comunicación, y la
transmitida boca-oreja), como internos, (la experiencia pasada del individuo).
En esencia, la imagen no es más que la reproducción mental de una percepción o impresión anterior
en ausencia del objeto que le ha dado nacimiento. Más concretamente, es una representación o
conjunto de representaciones mentales, asociadas a un fenómeno o sistema determinado, situado
en el pasado (modelo mental cognitivo: explicativo o descriptivo) o en el futuro (modelo mental
normativo, previsional o utópico). Estas representaciones mentales surgen en el espíritu de las
personas cuando se produce la evocación de un sistema o fenómeno real (Ortigueira y Ortigueira,
2000).
Cuando una de estas situaciones suceden, el cliente se siente engañado, ultrajado en su buena fe y
usted como empresa tal vez ganara un negocio, pero definitivamente ha perdido un cliente.
La Etica en las ventas tiene que estar siempre presente en nuestros pensamientos, no podemos
dejar que la competitividad, la presión o la ambición se apoderen de nosotros y no nos permitan
estar orgullosos de nuestra profesión, que por otro lado, es una de las más bonitas del mundo.
Relacionado con este punto me acuerdo lo que me decía un amigo que tenía una tienda de
informática en un pueblo bastante grande de Galicia. Según él, “el precio de amigo” para un
ordenador en la competencia era un 25% superior que el de tarifa.
Resumiendo, la Etica en las ventas es fundamental. Vendemos gracias a la confianza que depositan
en nosotros, nuestros productos y nuestra empresa. Si hacemos algo que atente contra esa
confianza, tarde o temprano lo pagaremos caro, y no solo me refiero a la cárcel.
El mundo de las ventas es competitivo, agresivo y muchas veces tildado de poco ético. Vender puede
resultar complicado para muchos, pero todos sentimos la presión de hacer nuestros números y
mejorar cada día. Pero no podemos olvidarnos que la Etica en las Ventas no es una opción, sino una
obligación.
Por último, tampoco es muy ético ese compañero que hace todo lo posible (y parte de lo imposible
por cerrar una venta). Me refiero a esas tácticas oscuras como pisarle un cliente, que es incapaz de
echarte una mano pero siempre se queja agriamente a los jefes por tu falta de compañerismo. Las
ventas es un deporte individual que se juega en equipo.
Es como la Copa Davis de tenis, tú tienes que ganar tu punto, pero si el resto no hace lo mismo no
habrás logado la copa, o como el verdadero deporte de mi devoción, la esgrima.
Los negocios que prosperan a largo plazo son los que cumplen lo que prometen y satisfacen
plenamente con lo que el cliente requiere de su producto.