Post-Maderismo
En septiembre de 1915, al igual que en mayo de 1911, el ingeniero Manuel Bonilla y el general Banderas, fueron jefes, político y Militar, respectivamente, de los revolucionarios sinaloenses, aunque en 1915, solo de su facción partidaria de la Convención. Banderas fue el único sinaloense que alcanzó el grado más alto en el escalafón del Ejército Convencionista, el de General de División. En reconocimiento a su liderazgo militar, Las fuerzas convencionistas sinaloenses, de los generales Gaxiola y Riveros, se pusieron a sus órdenes, en agosto de 1915, sumándose a la División Banderas. Por sus méritos militares, el general Villa, le dio a Banderas, el mando de varias Brigadas de su ejército, incorporándolas a su División, para que comandara el ataque a los carrancistas en Sinaloa, simultáneamente al ataque que él, encabezó en Sonora, en lo que fue la última ofensiva del ejército regular villista, antes de pasar en 1916, a desarrollar una campaña guerrillera.Banderas decidió rendirse junto con el general Bachomo en Movas, a principios de enero de 1916, después de sus derrotas en el norte de Sinaloa y por haber perdido toda esperanza en el triunfo de la causa convencionista, al enterarse que el general Villa se retiraba de Sonora derrotado y que se habían rendido los generales maytorenistas, que mandaban las fuerzas de la Convención en Sonora.Para poder salir de la Cárcel, Banderas fue pragmático, le pidió a Carranza lo incorporara a su ejército, reconociéndole su grado militar. Carranza libera a Banderas el 1 de mayo de 1917, quién se incorpora al Ejército Nacional, nombre que tomó el Ejército Constitucionalista, al entrar en vigencia la nueva Constitución, con su grado de General de Brigada, que le fue reconocido a partir de esa fecha, quedando a disposición de la Secretaría de Guerra y Marina. La condición de Banderas de general exconvencionista, amnistiado e incorporado al ejército de Carranza, se agravó cuando con fecha 20 de septiembre de 1917, Zapata desde el Cuartel General del Ejército Libertador de la República en Tlaltizapán, Morelos, expidió el Decreto contra los traidores a la Revolución. Por este decreto, Banderas era considerado por los zapatistas, traidor a la Revolución y estaba condenado a muerte.