El Estado Liberal

La influencia de la Revolución francesa y los procesos incipientes de descolonización de las potencias europeas, así como la emergencia de la burguesía y el afianzamiento del pensamiento liberal (Locke, Montesquieu, Rousseau), transforman el Estado de la monarquía absoluta en Estados con monarquías constitucionales o limitadas. La crisis del absolutismo y el nacimiento del liberalismo no es homogéneo en todos los países, pero aún así, pueden extraerse elementos comunes. El pensamiento liberal establece un nuevo planteamiento de cuestiones fundamentales de la ordenación social, como el reconocimiento de derechos, la limitación del poder político, cierta estructuración institucional del Estado y la representación y participación política.

La Revolución francesa trae como consecuencia la declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, y con ella se asienta lo nuclear de lo que será el régimen liberal: · Implantación del principio de división de poderes. · Reconocimiento de la soberanía nacional. · Reconocimiento y garantía de los derechos individuales. · Principio de legalidad, sustentado en la idea de que la Ley es la expresión de la voluntad general. · Introducción del mecanismo de la representatividad.

De esta forma el Estado liberal presenta los siguientes elementos comunes: · Individualismo: El Estado tiene como finalidad servir al individuo, la relación es directa entre el Estado y el individuo, eliminado las organizaciones intermedias. Se pretende una separación tajante entre la sociedad civil y el Estado. Para promover al individuo como sujeto esencial se establecen como principios básicos el respeto a la vida, la propiedad y la seguridad. · Abstencionismo: Se participa de la idea de que el Estado no está legitimado para alterar el orden natural de las cosas, dado que tanto la sociedad, como la economía, tiene su propia dinámica, por lo que el Estado debe abstenerse de intervenir. · Estadio Nacional: En la monarquía absoluta el Rey personifica, encarna el Estado. En el Estado liberal, el monarca representa a la nación, concepto abstracto del que acabaría apoderándose la burguesía para el ejercicio del poder. · Constitución: El principio de limitación del poder subsiste. Ya no es la Ley de Dios o la Ley natural el conjunto normativo que limita la acción del monarca. Ahora lo será la Constitución, porque en ella se establece la voluntad del pueblo. · Representación: Si en la Edad Media prima el mandato imperativo, en el Estado liberal existe la necesidad de establecer un sistema de representación político nuevo que facilite el ejercicio del poder y a la vez tenga cierto grado de legitimidad. Esto se materializa a través del mandato representativo.

El Estado liberal evoluciona, tanto en sus estructuras y principio como en sus prácticas políticas, a sistemas democráticos. Con él se liquida definitivamente el orden estamental. Se da el pleno despliegue del capitalismo y de la sociedad civil. También se produce la separación entre el Estado y la vida privada, el hombre deja de ser súbdito, y se convierte en ciudadano. El Estado liberal, que supone un avance significativo como fórmula de organización social respecto de la monarquía absoluta, necesito de una evolución inducida por la denominada crisis del liberalismo. La separación entre Estado e individuo provocó en el ámbito económico grandes desequilibrios primando el concepto de capitalismo sobre el de democracia, debido a que el Estado no interviene en la relación entre particulares, es un Estado abstencionista. Establece las normas, ofrece seguridad a través del ejército, garantiza la aplicación de las normas a través de los tribunales y recauda tributos, pero su actividad acaba aquí. El incipiente ascenso del denominado proletariado reclama del Estado una intervención en aspectos económicos y sociales, a la vez que requiere una participación directa en la actividad política a través del sufragio universal. Estas pretensiones ponen al Estado en la necesidad de abandonar la política abstencionista, para asumir la prestación de determinados servicios sociales básicos. A este periodo se le conoce como el régimen administrativo del servicio público, siendo la fase más perfeccionada del Estado liberal y la previa al Estado social.