Creado por Isaias Pajarito
hace más de 8 años
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Los expertos calculan que en 2020 habrá en el mundo 30.000 millones de dispositivos conectados gracias al fenómeno del Internet de las Cosas, Para hacernos una idea de esta explosión tecnológica, en 2009 había aproximadamente 2.500, fundamentalmente móviles, tabletas y PCs. Para dentro de cinco años, se espera un volumen de negocio para los proveedores de soluciones de IoT que rondarán los 19.000 millones de dólares. 1. Control de la contaminación del aire y mejora del transporte público Uno de los principales problemas de las ciudades europeas o asiáticas son sus altos niveles de contaminación del aire, en gran medida provocado por el tráfico rodado. En la actualidad existen soluciones vinculadas al Internet de las Cosas que pueden ayudar a las administraciones públicas a realizar una gestión sostenible del tráfico mediante la colocación de sensores que midan la polución y el uso de modelos predictivos. El programa, puesto en marcha por el Ayuntamiento de Salamanca, ha permitido la obtención de una gran cantidad de datos del tráfico de la ciudad mediante la colocación de sensores (facilita información sobre temperatura, humedad relativa, monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (N02), Ozono (O3) y niveles de partículas en el aire). Otro ejemplo similar es Helsinki. La ciudad dispone de un sistema de transporte público en autobús conocido como HelB que permite la recogida de datos a través de sensores colocados en los vehículos. De su análisis, la administración ha conseguido reducir el consumo de combustible, mejorado los trayectos y perfeccionado los métodos de conducción de sus profesionales. 2. Alerta de incendios forestalesLa compañía española NTForest dispone de unos sensores que se encargan de recoger en tiempo real datos sobre humedad, temperatura relativa, gases en combustión y otros factores ambientales que permiten avanzar cómo evoluciona un fuego y luchar para extinguirlo. El proyecto, utiliza la tecnología WSN (Wireless Sensor Network) para la detección temprana de los incendios. Los sensores, repartidos por el bosque, recogen datos y tienen la capacidad de conectarse entre ellos a través de una red inalámbrica. Cuando comienza un incendio, algunos de estos sensores activa una alarma, envía una señal a un receptor y éste lanza un aviso vía SMS. De esta forma, los servicios de prevención forestal pueden activar de forma rápida el protocolo contra incendios. 3. Desarrollo de una Agricultura Inteligente El uso del IoT para la recogida y el análisis de los datos ha permitido lo que se conoce como la Agricultura Inteligente. En China se desarrolla, que facilita la instalación de unos sensores con cámaras en las granjas de Hebei, una de las provincias del norte del país. Esos medidores recogen información sobre temperatura, humedad y precipitaciones en los cultivos. Este tipo de soluciones no sólo ayudan a los agricultores a hacer una gestión más inteligente del campo, también a los servicios de control de calidad y seguridad. Cada producto de cultivo tiene un historial perfectamente identificado y almacenado en la nube, el cual se puede recuperar si existen fallos en el proceso de control del alimento. 4. Gestión de los aparcamientos públicos El problema de la gestión eficaz de los aparcamientos contribuye especialmente en el aumento de la polución en las grandes ciudades. La búsqueda de aparcamiento provoca una mayor congestión en las carreteras, un desperdicio de combustible y una pérdida de tiempo. El Proyecto implementado por la administración pública, la Universidad de Cantabria, Telefónica y Libelium,ha distribuido 1200 sensores por toda la ciudad, de los que 375 están enfocados a la recogida de información sobre el numero de plazas libres de aparcamiento gratuito. El proyecto divide Santander en 22 zonas distintas y en cada una de ellas se coloca un sensor conectado a la nube, el cual recopila la información recogida por los emisores de cada una de esas zonas. Cada sensor trabaja en una frecuencia distinta para no alterar ni cruzar los datos. Cada Waspmote detecta si una plaza de aparcamiento gratuito está libre gracias a otro sensor de campo magnético. Otras urbes como Barcelona ya han conseguido ahorrar 50 millones al año gracias al IoT. 5. Ahorro en la iluminación de las grandes urbes Es muy conocido el proyecto auspiciado por Philips y Ericsson para alumbrar las grandes ciudades a través de tecnología LED y, además, proporcionar conectividad móvil de banda ancha a través del alumbrado público. La solución tiene varios objetivos: reducir el coste +entre un 50% y un 70% y mejorar la conectividad a la Red de una forma segura y más eficiente. Este proyecto fue una de las sensaciones del último Mobile World Congress celebrado en Barcelona.
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