El Sacramento del Bautismo

Es el primer sacramento, con el iniciamos la vida de gracia, la participación en la Iglesia y por él somos hijos de Dios

Son efectos del Bautismo

La institución del Bautismo se da con el Bautismo de Alejandro Magno por Julio Cesar y el nombramiento de Julio II como Papa en el año 1513.

Por el [blank_start]Bautismo[blank_end] somos liberados del [blank_start]pecado[blank_end] y regenerados como [blank_start]hijos[blank_end] de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la [blank_start]Iglesia[blank_end] y hechos partícipes de su [blank_start]misión[blank_end]

Nuestro Señor se sometió voluntariamente al [blank_start]Bautismo[blank_end] de san Juan, destinado a los [blank_start]pecadores[blank_end], para "cumplir toda justicia" (Mt 3,15). Este gesto de [blank_start]Jesús[blank_end] es una manifestación de su "anonadamiento" (Flp 2,7). El [blank_start]Espíritu[blank_end] que se cernía sobre las aguas de la primera creación desciende entonces sobre Cristo, como preludio de la nueva [blank_start]creación[blank_end], y el Padre manifiesta a Jesús como su "[blank_start]Hijo amado[blank_end]" (Mt 3,16-17).

Desde el día de [blank_start]Pentecostés[blank_end] la Iglesia ha celebrado y [blank_start]administrado[blank_end] el santo Bautismo. En efecto, san [blank_start]Pedro[blank_end] declara a la multitud conmovida por su predicación: "Convertíos [...] y que cada uno de vosotros se haga [blank_start]bautizar[blank_end] en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros [blank_start]pecados[blank_end]; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hch 2,38). Los [blank_start]Apóstoles[blank_end] y sus colaboradores ofrecen el [blank_start]bautismo[blank_end] a quien crea en Jesús: judíos, hombres temerosos de Dios, paganos (Hch 2,41; 8,12-13; 10,48; 16,15).