Pregunta
Chile limita al norte con el [blank_start]Perú[blank_end], al este con [blank_start]Bolivia[blank_end] y [blank_start]Argentina[blank_end], al oeste con el [blank_start]Océano Pacífico[blank_end] y al sur con el [blank_start]Polo Sur[blank_end]. Su [blank_start]población[blank_end] es de aproximadamente 19 millones de habitantes. Su capital es [blank_start]Santiago[blank_end] y su moneda es el [blank_start]peso chileno[blank_end]. Después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y de la consecuente muerte del presidente Salvador Allende, los chilenos vivieron hasta 1990 bajo la sangrienta dictadura de [blank_start]Augusto Pinochet[blank_end]. El 10 de diciembre de 2006 murió el ex dictador, pero la violencia de su [blank_start]gobierno[blank_end] sigue indignando a mucha gente, en todos los rincones del mundo.
Pregunta
Escucha la lectura de este texto de Isabel Allende sobre el golpe de Estado en Chile, en 1973, y completa los huecos:
Para dar una idea de lo que fue el golpe militar, hay que imaginar lo que [blank_start]sentiría[blank_end] un norteamericano o un [blank_start]inglés[blank_end] si sus soldados atacaran con armamento de guerra la Casa Blanca o el Palacio de Buckingham, provocaran la muerte de millares de ciudadanos, entre ellos el presidente de Estados Unidos o la reina y el primer ministro [blank_start]británicos[blank_end], declararan el Congreso o el Parlamento en receso indefinido, destituyeran la Corte Suprema, suspendieran las libertades individuales y los [blank_start]partidos políticos[blank_end], instauraran censura absoluta de los [blank_start]medios de comunicación[blank_end] y se abocaran a la tarea de expurgar toda voz disidente. Ahora, imagine que estos mismos soldados, poseídos de fanatismo mesiánico, se instalaran en el poder por largo tiempo, dispuestos a eliminar [blank_start]de raíz[blank_end] a sus [blank_start]adversarios ideológico[blank_end]. Eso es lo que [blank_start]sucedió[blank_end] en Chile.
La aventura socialista [blank_start]terminó trágicamente[blank_end]. La junta militar, presidida por el general Augusto Pinochet, [blank_start]aplicó[blank_end] la doctrina del capitalismo salvaje, como ha sido llamado el experimento neoliberal, pero [blank_start]ignoró[blank_end] que para su funcionamiento equilibrado se requiere una fuerza laboral en pleno uso de sus derechos. Para destruir hasta la última semilla de pensamiento izquierdista e implantar un capitalismo despiadado, ejercieron una represión brutal. Chile no [blank_start]fue[blank_end] un caso aislado, la larga noche de las dictaduras [blank_start]cubriría[blank_end] buena parte del continente durante [blank_start]más[blank_end] de una [blank_start]década[blank_end]. En 1975 la mitad de los latinoamericanos [blank_start]vivíamos[blank_end] bajo algún tipo de gobierno represivo, muchos de ellos apoyados por Estados Unidos, que tiene un bochornoso récord de derrocar gobiernos elegidos por otros pueblos y apoyar tiranías que [blank_start]jamás serían[blank_end] toleradas en su propio [blank_start]territorio[blank_end], como Papa Doc en Haití, Trujillo en [blank_start]República Dominicana[blank_end], Somoza en Nicaragua y tantas otras.
Isabel Allende - “Pólvora y sangre”, Mi país inventado, 2006.