La población en España. Amal

Las principales fuentes de información que existen en nuestros días para conocer las características demográficas de España son: · Censos, Padrones y Registro civil.

¿Que tasas son conocidas como los factores naturales de la población?

Los movimientos migratorios de salida o de entrada afectan en gran medida a la situación demográfica de un país, generando indicadores básicos para el estudio de la población:

La evolución de la población en España hasta nuestros días nos permite situar a nuestro país dentro del contexto general de los países europeos.

A lo largo de su historia, España no ha sido un país de emigrantes

En los últimos doscientos años la emigración española ha tenido dos destinos fundamentales. ¿Cual son?

Hoy en día España se ha convertido en uno de los principales destinos de inmigración. En cuanto al origen de los inmigrantes hay que señalar:

En las últimas décadas los movimientos interiores han tenido lugar desde el campo a las ciudades, proceso que se ha denominado éxodo rural.

podemos identificar una serie de Comunidades Autónomas que destacan por albergar a más de la mitad de la población del país:

En general, dejando a un lado el caso de [blank_start]Madrid[blank_end], podemos señalar que la [blank_start]región central[blank_end] del país, coincidente con la [blank_start]Meseta[blank_end], presenta unas densidades de unos [blank_start]20[blank_end] hab/ km2.

El poblamiento actual de España es el resultado de un proceso histórico en el que se han combinado factores físicos, demográficos, políticos y económicos.

En lo que respecta al poblamiento rural, que acoge al 23% de la población del país, podemos señalar la presencia de dos tipos fundamentales:

Actualmente, en él hábitat urbano se encuentran más de dos tercios de la población española. Podemos señalar la dualidad existente entre:

La ciudad es un resultado de las decisiones que hoy en día se toman sobre ellas, pero también se caracterizan por ser un producto de la historia.

La conquista de la península Ibérica y la romanización no constituyen ningún un punto de referencia inicial dentro de la historia de las ciudades.

Es necesario no olvidar que la ciudad romana es el [blank_start]centro económico[blank_end], [blank_start]administrativo[blank_end] y [blank_start]cultural[blank_end] del territorio circundante.

En la Edad Media, aunque se va a producir una contracción de la vida urbana tras la caída del Imperio romano, se van a configurar lo que hoy es el casco histórico de muchas ciudades españolas en base a los dos sistemas sociopolíticos existentes en la península: el mundo musulmán. Y el mundo católico.

Las ciudades [blank_start]musulmanas[blank_end] se organizan en torno a un centro denominado [blank_start]medina[blank_end] que contenía los principales centros del [blank_start]poder civil[blank_end] (alcázar), [blank_start]religioso[blank_end] (mezquita) y [blank_start]económico[blank_end] (zoco).

La crisis económica y política del siglo XVII supondrá un parón en el desarrollo de las ciudades, y habrá que aguardar a la Ilustración para que tenga lugar un nuevo auge urbano.

A partir de los años [blank_start]60[blank_end] del siglo [blank_start]XX[blank_end] las ciudades asistirán a un nuevo proceso de [blank_start]dinamismo[blank_end] que se dejará sentir, en primer lugar, en la absorción de [blank_start]municipios limítrofes[blank_end]