Los principios conceptuales se regulan en cada país de una manera determinada, a través de una legislación concreta mediante normas y reglas que regulan la actuación en esta materia.
En España, el Decreto de 23 de setiembre de 1965 se responsabilizaba de la Orientación de la Educación Especial al Patronato Nacional de Educación Especial, y no fue hasta la Ley del 14 de agosto de 1970 cuando en su artículo 49 se definió el objetivo de la Educación Especial:
“Preparar mediante el tratamiento educativo a todos los deficientes e inadaptados para una incorporación a la vida social, tan plena como sea posible” ; y en el artículo 51 indicaba que “la educación de los deficientes e inadaptados, cuando la profundidad de las anomalías que padezcan lo hagan absolutamente necesario, se llevará en Centros Especiales, fomentándose el establecimiento de unidades de educación especial en Centros Ordinarios, para los deficientes leves”.
Esta Ley fue un intento de aproximar la Educación Especial al sistema educativo, pero todavía se hablaba de la deficiencia del estudiante, y se mencionaba por primera vez a dos clases de deficientes, profundos y leves.