SEGUNDA TÓPICA: LAS INSTANCIAS INTRAPSÍQUICAS
EL ELLO
Está integrado por la totalidad de los impulsos (pulsaciones)
Se rige el principio de placer, todos todos los sectores del ello son inconcientes y, por lo tanto, todo lo que se desarrolla en él está sometido al proceso primario.
Las pulsaciones
Constituyen un concepto límite entre lo psicológico y lo biológico.
Posee cuatro elementos.
Una fuente, empuje, meta y objeto.
La libido
Proviene de la voz latina libido es: deseo, inclinación, ansia, apetito o pasión.
El psicoanálisis lo emplea exclusivamente para referirse con placer y deseo sexual.
Momentos de vida del bebé a través de una serie de etapas de evolución libidinal:
Etapa oral. Placer por medio de la boca.
Etapa anal. Alcanza su máximo interés en la época del destete y surgimiento de hábitos de limpieza, abarca desde los 6 hasta los 36 meses.
Etapa fálico-genital. Abarca de los 3 hasta los 6 años. Lo denominó El complejo de Edipo.
Período de latencia. En esta etapa que inicia entre los 5 y 6 años, en la cual el ello se aplaca, el yo se refuerza y el superyo ( heredero del complejo de edipo) actúa con más severidad.
La pubertad. Inicia de los 11 a los 13 años, brotan grandes cantidades de explotación sexual, debido a la maduración genital.
EL YO
La génesis del yo
Empieza a aparecer un yo corporal. Lograda esta unidad el yo es ahora tomado como objeto de amor, es lo que Freud ha llamado narcisismo.
Se genera un yo ideal como suma de perfecciones.
La identificación.
Es un proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto o una propiedad de otro y se transforma, total o parcialmente sobre un modelo de éste. La personalidad se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones.
El yo se encuentra ubicado entre el mundo interno y el externo como receptor de impulsos de ambos campos.
Mecanismos de defensa de defensa del yo
Represión.
Regresión
Formación reactiva
Sublimación
Proyección
Sublimación.
EL SUPERYO
Es el resultado de la incorporación dentro del yo de los mandatos prohibitivos de los padres, o , como dice Freud, la internalización de la compulsión externa.
En virtud de ser la conciencia moral y ejercer la auto observación , el superyo percibe claramente muchas tendencias del ello que son desconocidas por el yo. Debido a esto es que, en ciertos casos, se suele originar un fuerte sentido de culpabilidad y una necesidad de castigo, que es una forma especial de la necesidad de absolución.
Esta necesidad de castigo inconciente resulta ser, en algunos casos, la causa de actos patológicos que resultan injustificados desde el punto de vista conciente.