Es un trastorno de ansiedad caracterizado por ´pensamientos intrusivos recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas denominadas compulsiones, dirigidas a reducir la ansiedad asociada. La quinta edición del Manual de diagnóstico y estadistico de trastornos mentales (DSM-5) de la Asociación de Psiquiatría de los Estados Unidos, publicada en el 2013, ubica al TOC y enfermedades relacionadas con él en un capítulo independiente, rompiendo así con la tradición de incluirlo en el capítulo de los trastornos de ansiedad, como lo hacían las ediciones previas del DSM.
El trastorno obsesivo-compulsivo en general incluye obsesiones y compulsiones. Sin embargo, también es posible tener solo síntomas de obsesión o solo síntomas de compulsión. Puedes darte cuenta o no de que tus obsesiones y compulsiones son excesivas o no razonables, pero te consumen muchísimo tiempo e interfieren en tu rutina diaria y en tus actividades sociales o laborales.
En general, estas obsesiones te invaden cuando intentas pensar o hacer otras cosas.
A menudo, las obsesiones tratan sobre distintos temas, por ejemplo:
Temor a la contaminación o a la suciedad
Necesitar que las cosas estén ordenadas simétricamente
Pensamientos agresivos u horrendos sobre lastimarte o lastimar a otros
Pensamientos indeseados, por ejemplo, agresivos, o sujetos religiosos o sexuales
Los signos y síntomas de la obsesión incluyen lo siguiente:
Temor a contaminarse por tocar objetos que han tocado otros
Dudas sobre si se puso llave a la puerta o si se apagó la estufa
Estrés intenso cuando los objetos no están ordenados u orientados de una determinada manera
Imágenes indeseadas e incómodas en las que te lastimas o que lastimas a otros
Pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar de manera inadecuada, los cuales son indeseados y te incomodan
Evasión de situaciones que pueden desencadenar obsesiones, como dar la mano
Angustia acera de imágenes sexuales desagradables que se repiten en la mente
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Las compulsiones del TOC son comportamientos repetitivos que te sientes obligado a cumplir. Estos comportamientos repetitivos o actos mentales tienen como fin prevenir o reducir la ansiedad relacionada con tus obsesiones o evitar que suceda algo malo. Sin embargo, involucrarse con las compulsiones no genera placer y puede aliviar la ansiedad solo temporalmente.
Puedes establecer reglas o rituales que te ayuden a controlar la ansiedad cuando tengas pensamientos obsesivos. Estas compulsiones son excesivas y, a menudo, no están relacionadas de manera realista con el problema que intentan solucionar.
SÍNTOMAS DE LAS COMPULSIONES
Los signos y síntomas de la compulsión incluyen lo siguiente:
Lavarse las manos hasta que la piel queda en carne viva
Verificar varias veces que las puertas están con llave
Verificar varias veces que la estufa está apagada
Contar siguiendo determinados patrones
Repetir en voz baja una plegaria, una palabra o una frase
Ordenar las latas de modo que estén orientadas hacia el mismo lado
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CAUSAS
No se comprende completamente la causa del trastorno obsesivo compulsivo. Entre las principales teorías, se encuentran las siguientes:
Biología. El TOC puede ser resultado de cambios en la química natural de tu cuerpo o las funciones cerebrales.
Genética. El TOC puede tener un componente genético, pero aún no se han identificado genes específicos.
Entorno. Se sugiere que algunos factores del entorno, tales como infecciones, pueden desencadenar TOC, pero deben realizarse más investigaciones.
Los factores que aumentan el riesgo de padecer o detonar el trastorno obsesivo compulsivo incluyen los siguientes:
Antecedentes familiares. Tener padres u otros familiares con el trastorno puede aumentar el riesgo de desarrollarlo.
Acontecimientos estresantes de la vida. Si has experimentado eventos traumáticos o estresantes, el riesgo puede ser mayor. Esta reacción puede, por algún motivo, desencadenar los pensamientos intrusivos, los rituales y la angustia emocional característica del trastorno.
Otros trastornos de salud mental. El trastorno obsesivo compulsivo puede estar relacionado con otros trastornos de salud mental, como el trastorno de ansiedad, la depresión, el abuso de sustancias o los trastornos de tic.
Las investigaciones clínicas y los experimentos que se llevan a cabo han generado información que ha demostrado que el uso de tratamientos tanto farmacológicos, como cognitivo-conductuales pueden beneficiar a la persona a convivir con TOC y controlar tanto las obsesiones como las compulsiones, pero, en ningún caso, esto le permitirá superar la patología definitivamente. A un paciente le puede favorecer significativamente una terapia conductista (generalmente aquellos en los que predominan las compulsiones), mientras que otro puede beneficiarse de la farmacoterapia (normalmente recetada a pacientes en los que predomina un trastorno obsesivo incapacitante). Otros pueden usar tanto medicación, como terapia conductista. También hay quien puede empezar con medicación para ganar control sobre sus síntomas y entonces continuar con terapia conductista. El tipo de terapia debe ser decidido por el psiquiatra que diagnostique el trastorno, en cualquier caso.