La alfabetización científica y tecnológica es una herramienta hacia una forma distinta de comprender estos dos términos. Su desarrollo implica incluir en la construcción de la ciencia y de la tecnología a las personas, es decir, influir para que las decisiones sobre esos dos fenómenos sean democráticas, participativas y debatidas. Esto quiere decir que la dimensión social entra en escena para equiparar el desbalance que la visión tradicional de la ciencia y de la tecnología le ha dado sólo a la
Pie de foto: : Estudiantes: Martha Corral y Rodrigo Bocanegra
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Controversia sociotécnica
Los
estudios de caso de controversias sociotécnicas deben propender por presentar
asuntos en los que las cuestiones tecnocientíficas tienen relevancia social y
que se ven inmersos en medio de una red de actores de diversos tipos (expertos
y profanos, promotores y afectados, ciudadanos y administradores, científicos y
usuarios, entre otros actores).
Así
entonces, podemos encontrar un conjunto de casos, de controversias
sociotécnicas que se clasifican en históricos,
actuales y simuladas, las cuales actúan como métodos pedagógicos para la
enseñanza del CTS como herramienta de análisis a problemas socio-técnicos.
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Caso histórico
Se
utilizan cuando se quiere estudiar controversias históricas sobre temas CTS en
algún contexto determinado. Se refieren a controversias clausuradas por la
historia y, por tanto, bien definidas. Por ejemplo la bicicleta, se expuso la
controversia que encarnó la trayectoria sociotécnica de este artefacto
tecnologico. Se observó que era una controversia clausurada y estabilizada.
Dependiendo
del contexto elegido, el caso que se escoja puede tener cierta relevancia
educativa, y precisamente por ser casos cuya controversia ya está cerrada,
sobre los cuales existen estudios previos, resultarán de fácil manejo didáctico
en el aula, siendo accesible la información correspondiente. Sin embargo, como
se trata de asuntos “del pasado”, puede suscitar desinterés en los estudiantes.
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Caso actual
Los casos
en tiempo real, al abordar polémicas abiertas y que están en constante
redefinición, resultan muy difíciles de manejar en el aula, no por escasez de
información, sino por sobreabundancia. En este tipo de casos, el gran interés y
la actualidad de los asuntos puede
acabar inundando el trabajo en el aula e impidiendo una adecuada perspectiva
sobre el tema. Éste tipo de temas resultan altamente motivadores para los
alumnos por llevar al aula los asuntos que también preocupan fueran de ella.
Como
ejemplo de éste tipo de casos se pueden traer a colación controversias abiertas
en el territorio de los estudiantes como el sistema de transporte urbano, el
acceso a los medicamentos, el uso de TICs como indicador de desarrollo, o la
utilidad social de innovaciones científicas y tecnológicas para la economía
familiar, barrial o local.
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Casos simulados
Los casos
simulados CTS consisten en la articulación educativa de controversias públicas
relacionadas con desarrollos tecnocientíficos con implicaciones sociales o
medioambientales. Se parte de una noticia ficticia pero completamente
verosímil, se plantea una controversia supuesta en la que intervienen varios
actores sociales con ideas, opiniones o intereses diversos. Científicos,
ingenieros, empresas, asociaciones ecologistas, grupos vecinales, grupos
políticos, asociaciones profesionales, ciudadanos afectados, etc. son el tipo
de colectivos que, en cada caso, pueden constituir la red de actores que
aparecen en cada uno de los casos simulados CTS para su uso educativo.
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Controversia socio-tecnica
El caso del restaurante El sabor de mi tierra plantea una
controversia para analizar cómo afectan los procesos de automatización a la
cantidad y calidad del empleo en una situación laboral concreta como la de un
restaurante de cocina tradicional en trance de ser absorbido por una empresa
internacional de comida rápida que utiliza productos precocinados y procesos
estandarizados.
También se plantea en este
caso la discusión sobre los hábitos alimentarios propios de la cocina tradicional
y los efectos que sobre ellos tienen las nuevas formas de vida asociadas a la
comida rápida. El escenario de este debate es el restaurante El sabor de mi
tierra, ubicado sobre en Ibagué sobre el sector turístico del cañon del
combeima cuyo propietario acaba de fallecer y recibe una oferta de compra por
parte de una cadena internacional de comida rápida.
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Herederos del restaurante
Son los hijos del dueño a los
que en su testamento ha dejado la propiedad del restaurante con la condición de
que no tomen ninguna decisión sobre su futuro sin contar con el acuerdo de las
personas que trabajan y se reúnen en él. Están de acuerdo en respetar la
voluntad de su padre e intentarán conseguir que todos los afectados se pongan
de acuerdo para tomar una decisión sobre el futuro del restaurante.
Gran empresa internacional de
comidas rápidas con miles de establecimientos en todo el mundo en los que
ofrece menús cerrados a precios baratos y con una gran rapidez en el servicio.
La empresa está buscando un gran local en el sector turístico del cañón del
combeima para ofrecer a los turistas sus conocidos menús. El local del restaurante
el sabor de mi tierra es, sin duda, el lugar ideal. Además de una buena
oferta de compra a los herederos, la empresa está dispuesta a hacer ofertas
ventajosas a todos los que son citados en el testamento, aunque en ningún caso
aceptaría condiciones sobre las formas de gestionar el establecimiento en el
futuro, que seguirán los estándares establecidos por la empresa para todos sus
locales en el mundo.
Fundado hace casi dos décadas,
sus miembros se reúnen todas las semanas para hacer tertulias a la vez que
degustan las magníficas comidas que se ofrecen en el restaurante. Son, por
tanto, un grupo de intelectuales que hacen de la defensa del restaurante el sabor de mi tierra un
símbolo de resistencia frente a los procesos globalizadores y normalizadores a
los que se asiste en todo el mundo.
Ven con buenos ojos la venta
del restaurante a Subway. Creen que para ellos, jóvenes en su mayoría,
es una buena oportunidad de futuro. Consideran que su trabajo es propio de
otros tiempos y se sienten más próximos a los nuevos hábitos de los clientes
que se prefieren, cada vez más, el autoservicio que el agobio de unos meseros
vigilando el nivel de su copa. Piensan que en este tipo de empresas tienen
mucho más que ganar que los cocineros, ya que no se sienten tan vinculados a su
quehacer profesional y aceptan la flexibilidad del mercado laboral propio de
las empresas multinacionales de comida rápida.
Saben que no tienen sitio en empresas como Subway ya que sus
habilidades culinarias no tienen nada que ver con los procedimientos de elaboración
de los menús que ellos llaman comida rápida. Con argumentos relacionados con la
cultura alimentaria y los hábitos saludables se oponen a la venta del
restaurante el sabor de mi tierra y plantean como alternativa que todos los
trabajadores del restaurante gestionen directamente el negocio en régimen de
cooperativa pagando a los herederos del local un alquiler con opción de
comprarlo más adelante si el negocio da suficientes beneficios.