Este modelo de Gestión educativa está integrado por elementos que se vinculan e interrelacionan y ninguno tiene privilegio sobre otro y su grado de atención va de acuerdo con las necesidades y características de su ámbito de incidencia.LIDERAZGO COMPARTIDO:Aunque el liderazgo generalmente se asocia con los directivos, es necesario que se reconozca la existencia de una estructura organizativa donde hay una micropolítica que determina el rol de los actores.Implica desarrollar una serie de capacidades y habilidades como trabajar en equipo y desarrollar procesos para elaborar visiones compartidas, desarrollar cualidades como la anticipación, la proyección, concentración, animación, empatía y acertividad.
Dinamiza las organizaciones educativas para recuperar el sentido y la
misión pedagógica desarrollada a partir de objetivos tendientes a lograr aprendizajes potentes
y significativos para todos los estudiantes
TRABAJO COLABORATIVO:Un equipo es un conjunto de individuos con habilidades complementarias, que dependen
unos de otros para establecer y cumplir propósitos y metas compartidas. Cuando
estas personas suman esfuerzos para resolver un objetivo común, anteponen su interés
para lograrlo y consiguen desarrollar una buena comunicación, altos niveles de confianza,
cooperación y colaboración. La colaboración se refiere a la expresión de una cultura efectiva de apoyo, encaminada
a dotar a la institución escolar de una visión compartida acerca de hacia dónde se quiere
ir y de cuáles son las concepciones y los principios educativos que se quieren promover.Es una conjunción de esfuerzos de
una organización educativa para lograr objetivos comunes en el marco de una cultura
efectiva de apoyo, encaminada a alcanzar una visión compartida; impulsar este componente
supone una comunicación abierta, el intercambio de ideas y el aprovechamiento de
la pluralidad de ideas en un estricto orden profesional.
Pie de foto: : Dividir responsabilidades, multiplicar beneficios
Diapositiva 3
PLANEACIÓN ESTRATÉGICA: Retomar el sentido del qué, del cómo, del cuándo y
del para qué se planea.
La planeación estratégica es definida como el proceso sistémico y sistemático para la
mejora continua de la gestión, derivado de la autoevaluación y basado en consensos, que
direcciona las acciones del colectivo escolar hacia escenarios deseados a mediano plazo.
Una planeación estratégica es participativa cuando en la escuela se involucra a los
alumnos, padres de familia, maestros, director y, como apoyos externos, al supervisor,
jefe de sector y/o de enseñanza. Su diseño, ejecución y seguimiento es responsabilidad de todos ellos y muestra los deseos de mejora y las formas que, desde su punto de vista,
son las idóneas para obtenerla, dando respuesta a la capacidad de decisión basada en el
conocimiento de su contexto.
EVALUACIÓN PARA LA MEJORA CONTÍNUA:Se define este componente como la valoración colectiva y crítica de los procesos implementados
en sus fases de planeación, desarrollo e impacto, caracterizada por una actitud
que asume la responsabilidad por los resultados propios y con apertura a juicios externos,
factores fundamentales para la toma de decisiones.
La evaluación como medio para la revisión de los procesos permite la formulación
de estrategias de intervención propias para cada situación, mismas que deben discutirse,
acordarse y consensarse para potenciar la satisfacción colectiva en función de mejoras
sustanciales. Para tal efecto, se requiere de una evaluación inicial que sirva como punto
de partida y comparación respecto de las posibles mejoras, de procesos de seguimiento y de
metas finales claras como punto de llegada (Planificar, Actuar, Evaluar y Rectificar).
PARTICIPACIÓN SOCIAL RESPONSABLE:está referida a
la participación de los padres de familia, comunidad y organismos interesados en el acontecer
de la escuela, en cooperar con el colegiado en la formulación y ejecución del plan
escolar tomando decisiones conjuntas y realizando tareas de contraloría social.
Los órganos oficiales que desde la escuela estimulan dicha relación, aunque no son
limitativos, son los Consejos Escolares de Participación Social (CEPS) y las Asociaciones
de Padres de Familia (APF), estas últimas aunque no son parte del modelo, sí se reconocen
como necesarias para que éste opere en las escuelas, entendiendo que también están
al servicio de la comunidad escolar.Ratifican
que las escuelas dignas de imitación por convertirse en escuelas de alta eficacia social
destacan entre sus avances el incremento del logro educativo.