Una matriz de valoración o rúbrica es una herramienta que
describe los criterios que se van a utilizar para evaluar los desempeños de los
alumnos, por lo que puede ser una guía de valoración y/o calificación.
Autores como Wiggins (1998), Eduteka (2002) y Andrade (s.f.)
coinciden en que las matrices de valoración o rúbricas son herramientas que
permiten que la evaluación funcione de manera válida y dan información
importante que nutre las decisiones de docentes y alumnos.
El uso y aplicación de estas herramientas puede contribuir a
lograr que una evaluación ofrezca mayor información a sus destinatarios,
permitiendo al mismo tiempo favorecer la autoevaluación de los educandos como
principal medio para lograr el autoajuste y el logro de un mejor desempeño y
pericia.
Generalmente en el formato de la rúbrica encontraremos
tres elementos básicos:
a) Gradaciones de calidad: niveles, categorías,
calificaciones...
b) Dimensiones: aspectos centrales de aquello que interesa
lograr y valorar.
c) Descripciones de criterios o indicadores.
Formato de la rúbrica
Diapositiva 5
• Para que
el docente explicite sus expectativas (individual y colectivamente).
• Para
aclarar a los estudiantes el tipo de desempeño que se espera de ellos.
• Como
herramienta de autoevaluación, ayuda a los estudiantes a ser responsables de
sus propios aprendizajes.
• Como
herramienta de calificación, brinda significado a estudiantes y padres de
familia.
• Contribuye
a limitar la arbitrariedad en las calificaciones (confiabilidad).
Las mejores
rúbricas seguirán una lógica, un método útil (aunque no rígido), lineamientos y
criterios que permitan revisar constantemente la efectividad del trabajo del
diseño que se está aplicando; para ello, se tomarán en cuenta las siguientes condiciones
básicas:
La matriz de valoración o rúbrica deberá distinguir los aspectos
centrales de aquello que interesa lograr o valorar, es decir,
las dimensiones que se pretende evaluar, así como los niveles de
logro en cada caso.
Las dimensiones deberán concentrarse en los aspectos fundamentales del
desempeño, evitando incluir aquellos que son fáciles de observar o cuantificar.
Cada dimensión será
excluyente: evitará incluir dimensiones que se refieran a un mismo aspecto del
producto o proyecto que se pretende evaluar
La descripción de los indicadores en cada dimensión deberá permitir
identificar cómo se manifiesta la calidad (su ausencia o presencia) en cada
nivel.
Evitar la combinación de criterios independientes en una misma
dimensión. Es decir, cuidar que no existan traslapes entre las características
o los aspectos descritos en las casillas correspondientes a una misma dimensión
(o entre otras).