Si bien la hipertensión
arterial es el principal factor de riesgo de muerte a nivel mundial, es una
epidemia silenciosa que muchos pueden padecerla sin enterarse hasta que es de
gravedad.
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La cifras son tan graves que la Liga Mundial contra la
Hipertensión afirma que uno de cada cuatro personas adultas padecen de
hipertensión.
Más aún, para muchas personas los números asociados
con la hipertensión arterial pueden parecer difíciles de entender, sin embargo,
es importante saber en qué momento la tensión es saludable y en qué momento no,
así como saber los síntomas de alarma y la forma adecuada de medírsela
personalmente.
Una lectura adecuada de su presión arterial y el
control periódico de la misma le ayudara a reducir el riesgo de sufrir un
infarto, angina, derrame cerebral, insuficiencia renal y de la enfermedad
arterial periférica. También puede causar la acumulación de grasas en las
arterias o ateroesclerosis.
La presión arterial es simplemente la presión que
ejerce la sangre en las arterias, algo así como la presión del aire en las
llantas de un carro que deben estar equilibradas para que no se dañen.
Hay dos tipos de presiones que se deben tener en
cuenta. El corazón se relaja entre latido y latido para permitir la entrada de
la sangre y se contrae o late rítmicamente para proyectarlas en las diferentes
cámaras y expulsarla.
La fase de relajación es la presión diastólica, que es
cuando la presión está en su punto más bajo, y la de contracción la presión
sistólica, cuando está en su punto más alto.
Las dos presiones se escriben con dos números, siendo
la presión alta o sistólica la primera que se escribe. Lo ideal es que la
presión arterial se mantenga por debajo de 140 de presión sistólica y 85
de presión diastólica.
Sin embargo, si usted ha sufrido de un infarto, si es
diabético o si es diagnosticado con alguna enfermedad coronaria, lo ideal es
que mantenga su presión por debajo de 130/80. Estas unidades se miden en
milímetros de mercurio (mmHG). La hipertensión arterial significa que la
presión es constantemente más alta de los niveles.
Si bien el dolor de cabeza y el sangrado por la nariz pueden ser
síntomas de una presión arterial alta, también pueden ser síntomas de muchas otras
patologías.
La verdad es que es imposible saber si se tiene o no la presión alta sin medírsela. Por eso es necesario que todo adulto sepa cuál es su presión arterial y cuáles son las medidas saludables.
Generalmente, la primera instrucción
del tratamiento es la de un cambio en el estilo de vida.
Este incluye la pérdida de
peso, reducir el consumo de sal en las comidas y el alcohol, y establecer una
rutina de ejercicio. Si estos pasos no reducen los niveles de la presión a la
normalidad, es necesario iniciar un tratamiento con droga.
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Un seguimiento juicioso de los tratamientos es fundamental para mantener
la salud ya que la hipertensión no tiene cura pero sí se puede controlar.
Si su presión arterial está constantemente en 140/90
o más, es necesario que visite su médico y empiece a cambiar su
estilo de vida por uno más saludable con una dieta adecuada y una rutina de
ejercicio.
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Si la presión es repetidamente mayor a 160/110 es necesario tomar droga de inmediato.
Es importante que visite su médico y no
auto-medicarse. Un tratamiento de emergencia se requiere cuando la presión está
por encima de 200/120 porque se considera potencialmente
peligrosa y puede estar asociada con, por ejemplo, una falla cardíaca.