Mapa de Agenda política y ciclo de las
políticas públicas de Edgar Ortegón pp.
37-52.
¿Qué es una agenda política y cuáles son las fases?
Desde que nace la idea de una política pública hasta cuando ésta cumple con todos sus beneficios o
resultados, sigue un ciclo o fases que deben ser abordadas de manera sistémica e integra.
Una agenda política permite superar cuatro obstáculos centrales: de contexto, de contenido, de
actores y de procesos.
Los obstáculos de contexto se relacionan, entre otros, con los factores
estructurales vinculados al financiamiento/presupuesto de las políticas; con la
relación entre el centro y la periferia; con el consenso/disenso sobre las
prioridades; con la concertación/negociación de actores y con la
participación/comunicación entre actores.
Los obstáculos de contenido atañen al discurso mismo de la política,
a su retórica, a la pertinencia de sus programas estratégicos, a su
lenguaje e ideología implícita, y a las respuestas que conlleva, como
solución a los problemas centrales del desarrollo.
Los obstáculos de actores se asocian con la “objetividad” o “neutralidad” con
que la política aborde a los actores estratégicos; con la confianza, motivación
y percepción que los actores puedan tener sobre la política; con los puentes
de diálogo entre lo público y lo privado; y con la forma como se articulen las
redes de relaciones de actores interdependientes a favor de la política.
Los obstáculos de proceso se refieren a la forma como se lleva a cabo la política, es decir, a la forma
como se institucionaliza el proceso de interacción; al tipo de canales de interacción/comunicación entre
sectores, regiones y niveles; al tránsito del centro a la periferia y su retroalimentación; al seguimiento y
la evaluación de la política; y a su cronograma de acción, con sentido de propiedad por parte de los
beneficiarios.
Primera fase. Diseño y
contenido: ¿qué conlleva?
En esta etapa inicial se plantean las ideas centrales
sobre la visión de la política, sus fines y propósitos, y
se delimitan los alcances, los instrumentos, los
actores, las restricciones financieras, las metas a lograr
y un bosquejo sobre el cronograma a seguir.
El diseño o contenido de la política, además de las
“ideas fuerza”, debería dar luces o respuestas a
una serie de preguntas planteadas desde un
comienzo, facilitarían su diseño, la toma de
decisiones y la coordinación general de la misma.
¿Cuál es el problema o problemas centrales de la política? • ¿En qué
grupos o áreas se focaliza o localiza? • ¿A quién se va a beneficiar? •
¿Cómo se van a entregar los bienes y servicios? • ¿Cuánto cuesta la
solución o los programas? • ¿En qué tiempo se entregan los bienes
y servicios? • ¿Con quién se va a llevar a cabo la política? • ¿Cuál es
el esquema institucional ideal de la política? • ¿Qué instrumentos
se emplearán? • ¿Qué tipo de incentivos se usarán? • ¿Cómo se
supervisará la política (seguimiento y evaluación)? • ¿Qué roles y
responsabilidades cumplen los actores principales?
Referidas a los actores
implicados en los
procesos de
formulación de
políticas
¿Quiénes son los actores clave que
participan en estos procesos? •
¿Cuáles son sus facultades y
funciones? • ¿Cuáles son sus
preferencias, incentivos y
capacidades? • ¿Cuáles son sus
horizontes temporales? • ¿En qué
escenarios interactúan y cuáles son
las características de los mismos? •
¿Cómo son los intercambios o
transacciones que emprenden? •
¿Cómo se toman las decisiones y
cómo interactúan los individuos?
En términos más sencillos, podemos decir que el concepto de
función y el principio subyacente en el enfoque para el diseño
de la política descansan en la relación causa-efecto. Y así,
entre más estrechos sean los vínculos de causa a efecto entre
los objetivos y demás elementos, mejor será el diseño de la
política o programa.
Se considera variable independiente a todo elemento,
decisión, situación, circunstancia o acción que es causa
de la política.
Se considera variable dependiente a todo resultado, efecto o producto
que es producido o generado por la variable independiente.
Se considera variable interviniente a todo
hecho, circunstancia o fenómeno, endógeno o
exógeno, que está presente, positiva o
negativamente, durante la ejecución de la
política.
Relación entre fines y medios: ¿qué implica?
La misión principal de la política económica
consiste en la manipulación deliberada de cierto
número de medios con el objeto de alcanzar ciertos
fines (Tinbergen, 1961).
Aspectos estratégicos y operativos: ¿cuáles son y
cómo interactúan?
Segunda fase. Negociación y concertación: ¿para qué?
Una vez definido el discurso de la política, la etapa de concertación con los
principales actores en el plano nacional, regional y local es una de las más
difíciles e importantes de realizar. Ésta incluye consultas, deliberaciones
técnicas y políticas, debates abiertos con expertos, grupos de presión,
sindicatos, empresarios, sociedad civil y comunidad en general, hasta terminar
con la discusión y aprobación parlamentaria por parte del poder legislativo.
Las condiciones pueden ser más favorables o probables cuando los
actores estratégicos tienen un horizonte temporal de largo plazo y
alcanzan a percibir propósitos de Estado y no simplemente de partidos
o de gobiernos de corta duración; cuando existen espacios
institucionalizados con reglas claras y creíbles.
Tercera fase. Ejecución: ¿de qué depende?
Depende en gran medida de la calidad de las instituciones que
intervienen. El concepto de instituciones abarca no solo al
funcionamiento de las instituciones del esquema
jurídico-político-burocrático como tal (parlamento, poder judicial,
partidos, poder ejecutivo, poder legislativo) sino, también, al
conjunto de normas, reglas de juego, valores y principios que
envuelven el comportamiento de la sociedad en su conjunto.
Cuarta fase. Seguimiento y evaluación: ¿en qué consiste?
Esta fase es tan importante como las anteriores por
tres razones: primera, permite conocer de manera
oportuna la marcha de las políticas mediante el uso de
indicadores y, así, enmendar rumbos o hacer los
cambios que correspondan; segunda, incorpora una
rendición de cuentas sobre el cumplimiento de las
metas en cuanto a cantidad, calidad, costo y
cumplimiento del cronograma (tiempo); tercera,
aporta al aprendizaje y mejoramiento sucesivo de la
calidad de las políticas.
Los indicadores para el seguimiento y la
evaluación de las políticas entregan
información cualitativa y cuantitativa sobre los
productos, expresados en función de los bienes
y servicios que se conceden a la población.
La evaluación se centra en:
i. Los impactos sobre los objetivos nacionales y
sectoriales que la política se propone lograr o a
los que pretende contribuir. ii. Los efectos o los
cambios en las condiciones de vida de la gente,
de las instituciones o del entorno para el
desarrollo. iii. Los productos, los bienes o
servicios que la política entrega a la población.
iv. Los costos o implicaciones financieras de las
acciones.