Estudia los procesos internos del individuo
durante el aprendizaje, concretamente
sobre el procesamiento de la información.
Busca describir y explicar cómo el
hombre aprende (procesos internos) y
almacena lo que aprende (memoria).
La adquisición del conocimiento se
describe como una actividad mental que
implica una codificación interna y una
estructuración por parte del estudiante.
El conocimiento se entiende como una
representación mental surgida de la
interacción del sujeto con el objeto.
La transferencia es una función de cómo se
almacena la información en la memoria (Schunk,
1991). Cuando un estudiante entiende como
aplicar el conocimiento en diferentes contextos,
entonces ha ocurrido la transferencia.
Los cognoscitivistas también se han
empeñado en estudiar areas como
el pensamiento, el lenguaje, la
intención, los actos, las percepciones
y las creencias de las personas.
Esto permite tener una mejor
comprensión de la mente humana,
de la enseñanza, del aprendizaje y
de las habilidades mentales.
Las teorias del proceso de la información tienen su génesis en la
década de los cincuenta, cuando se empezó a gestar un
movimiento llamado "Revolución Cognitiva", y cuyo desarrollo se
favoreció al generarse un clima de critica y desconfianza hacia las
concepciones epistemologicas y metodologicas del Conductismo.
Los fundamentos en que se apoyan los
cognoscitivistas para explicar cómo se
aprende y procesa la información son
Los comportamientos del
individuo son regulados por
las representaciones que el
sujeto ha elaborado o
construido en su mente.
El conocimiento es
construido y elaborado
con las interrelaciones
del individuo con
mundo físico y social.
El sujeto es un participante activo,
cuyas acciones dependen en gran
parte, de las representaciones
elaboradas (aprendizajes).
Los conceptos almacenados
es la mente orientan todo el
proceso de adquisición e
interpretación del
conocimiento.
El sujeto es constructor
y reconstructor activo de
los conocimientos.
Los conocimientos
organizados se elaboran y
redefinen cuando son
ampliados de acuerdo a
nuevas experiencias.
El aprendizaje se equipara a
cambios discretos entre los
estados del conocimiento más
que con los cambios en la
probabilidad de respuesta.
Hay un énfasis en la
estructuración, organización
y secuencia de la información
para facilitar su óptimo
procesamiento.
Este enfoque se concentra en las
actividades mentales del estudiante que
conducen a una respuesta y reconocen
los procesos de planificación mental, la
formulación de metas y la organización
de estrategias (Shuell, 1986).