Dice el refrán que “es de bien nacidos ser agradecido”, lo que no dice es que, además de ser positiva
para los que nos rodean, la gratitud es una herramienta poderosa para sentirnos bien con nosotros
mismos y así mismo el aspecto de nuestro carácter más fuertemente asociado a la satisfacción vital.
Paso 2
Mantén en buen estado tus redes sociales
No nos referimos a estar todo el día en Facebook, sino a mantener la conexión con nuestros amigos,
familiares, vecinos y compañeros de trabajo. Los buenos amigos deben cuidarse para no perderse y
es de sobra conocida la capacidad que tiene la amistad para generar felicidad en nuestro entorno.
Paso 3
Sé optimista
Las personas pesimistas no son peores personas, pero de forma casi inconsciente tienden a generar
un entorno desmotivador que no es beneficioso ni para ellos mismos, ni para la gente que les rodea.
Paso 5
Haz lo que amas
No importa el dinero que ganes: nunca serás feliz si dedicas tu tiempo a hacer algo que no te gusta.
Está claro que no todo el mundo tiene la suerte de trabajar en aquello que le resulta más atractivo,
pero todos podemos cambiar a mejor. Para ello debemos trabajar la autoeficacia: la confianza y
convicción de que es posible alcanzar los resultados esperados para cada meta propuesta.
Evidentemente, no vamos a lograr todo lo que nos proponemos, pero el problema para muchas
personas es que ni siquiera se plantean cambiar, por miedo a enfrentarse a las dificultades que
puedan surgir, y acaban generando problemas inexistentes.
Paso 4
Dale menos importancia a los aspectos materiales
a psicología ha demostrado en multitud de ocasiones que el dinero no da la felicidad y, aunque la
expresión se ha convertido en un lugar común poco convincente, los datos demuestran que, pasado
un punto, el bienestar material no guarda relación con nuestra felicidad.