Los cartílagos en vías de proliferación no degeneran, ni se desarrollan en virtud de la osificación
endocondral o perióstica y por eso es muy lenta la restitución por el tejido óseo neoformado.
Este tejido se hipertrofia produciendo la deformación del esqueleto. (Rueda & Fernandez, 1989)
Sintomatología - Es más típico en razas grandes, Espesamiento de las epífisis, que aparecen blandas al
tacto) y dolorosas, Los huesos pueden estar acortados o alargados, Hay una tendencia a la incurvación
de las diáfisis lateralmente) (miembros en X), por efecto del peso del animales. Puede haber cojera de
uno o varios míembros. Adinamia. Debilidad del tercio posterior. Emplantilamiento (garra de oso).
Raquis hundido. Abultamiento a nivel de las epífisis costales, que recibe el nombre de rosario
raquítico. (Rueda & Fernandez, 1989)
Diagnóstico: 1.- Radiológico ya que se aprecia mejor en el cubito y en el radio, a nivel de las
epífisis distales, engrosamiento de las epifisis con aspecto de hongo o tampón de
champan. Las corticales conservan su espesor normal. 2.- Analítica Calcemia, Fosfatasa
alcalina, Anemia en el 80% de los casos. (Rueda & Fernandez, 1989)
El tratamiento pasa por garantizar un aporte adecuado de calcio y fósforo, así como asegurar que su
absorción intestinal y deposición, como sales fosfocálcicas, sean las adecuadas La administración de
provitamina D es necesaria para estimular estos mecanismos fisiológicos, debiendo permitir que los
animales puedan estar al sol. El ingreso diario de colecalciferol debe ser de 7 a 12 UI/kg p.v. La
profilaxis requiere una alimentación adecuada con un correcto equilibrio calcio/fósforo (mg/dl) de 2/1,
1,2/ 1 ó 1/1 dependiendo de la especie animal, evitar los cambios bruscos de la ración, no someter a
estabulación prolongada o a defectos de luz y posibilitar la actividad física de los animales.