Actores, agentes y escenarios
en la educación actual
El ser humano como sujeto de la educación
está sometido biológica y psicológicamente
a un progresivo cambio de maduración y
desarrollo
Como un ser activo, dotado de
capacidad de iniciativa y de respuesta
ante cada situación.
Como un ser unitario en el que se integran
diversas dimensiones, que le confieren el
carácter de persona con una identidad
propia
Las diferentes manifestaciones que nos dicen que un
sujeto está logrando educación, como es el caso del
aprendizaje de competencias, implican siempre un
proceso continuo y constante a lo largo del tiempo que
se expresan en el uso eficaz en todo tipo de
situaciones.
Factores que fundamentales en el proceso educativo.
La intencionalidad y la sistematización
La intencionalidad rige
internamente todo
proceso educativo, es
decir, en cuanto
ordenamiento de
acciones que de forma
deliberada están
encaminadas al logro de
una meta. Este rasgo
de la conducta
diferencia al ser
humano del resto de los
seres de la naturaleza.
Ningún otro ser vivo es
capaz de actuar de
forma deliberada. Así,
toda acción educativa
intencional está
engarzada con el logro
de un objetivo
previamente decidido y
de acuerdo con éste se
articulan todos los
medios, los agentes, los
recursos necesarios
para alcanzarlo.
Todo proceso
educativo exige
sistematización, es
decir, una
planificación en la
que la secuenciación
e interdependencia,
tanto de los
elementos como de
las acciones, resulta
clave. Este rasgo se
deriva de la
intencionalidad, ya
que sería imposible
el logro de un fin sin
que se apoye en una
planificación para su
logro.
La educación como proceso relacional
Propiamente hablando, la educación es una iniciación en la habilidad y la
participación en esta conversación, en la que aprendemos a reconocer las voces, a
distinguir las ocasiones apropiadas para la expresión, y donde adquirimos los
hábitos intelectuales y morales apropiados para la conversación» (Oakeshott, 2000:
499).
En este sentido,
toda educación
únicamente se
hace posible si
se genera a
partir de la
relación
específica entre
un actor y un
agente, es decir,
entre el
educando y el
educador
La educación como proceso educativo
LA EDUCACIÓN A LO LARGO DE LA VIDA
La idea que subyace en la educación a lo
largo de la vida es, en primer lugar, la
capacidad permanente de aprendizaje del
ser humano, para pasar, en un segundo
lugar, a la identificación de todo escenario
como lugar de aprendizaje, por lo que será
necesario organizarlos y conexionarlos para
el logro de los mejores resultados
formativos.
En este sentido comprendemos que
la educación a lo largo de la vida
(García Garrido y García Ruiz, 2005)
sea necesariamente:
• Una actividad educativa intencional.
• Una realidad
sistémica,
estructurada,
institucional, en la
que están
involucradas en su
diseño y desarrollo,
de una forma u otra,
las políticas
educativas y sociales
a todos los niveles
(nacional e
internacional).
Una realidad en la que participan todos
los niveles y ámbitos educativos: desde
la educación infantil hasta la educación
superior, desde la formación continua
hasta la educación de adultos, etc..
De todo esto se desprende que la educación a
lo largo de la vida se caracterice por ser un
sistema:
— Integral, ya que abarca todos los ámbitos de formación.
— Abierto y multidimensional.
— Que atiende tanto cada una de las etapas formales de la enseñanza, como todo escenario donde participe el ser humano.
— Participativo.
— Capaz de responder a las demandas individuales y sociales.