Hoy las urbes consumen el 75% de la energía generada en el planeta y producen
80% de las emisiones de dióxido de carbono (datos de la Comisión Europea).
¿Es posible transformar lo más hostil de las ciudades y hacerlas sustentables? No se sabe pero se
describe una comunidad ficticia con valores y organización diferentes a los de su época. Hoy
muchos gobiernos, empresas, grupos de arquitectos, urbanistas, científicos e ingenieros buscan
hacer realidad esta utopía mediante las llamadas ciudades inteligentes.
El ingeniero mexicano Jorge Buitrón encabeza la construcción de Ciudad Maderas, Querétaro, un
proyecto de urbe inteligente que estará terminado hacia 2024. Según Buitrón, la idea es que antes de
empezar a construir un complejo urbano se analicen las posibilidades de que se desarrolle de manera
sustentable.
Perfil de una ciudad inteligente
Una ciudad inteligente no es simplemente una ciudad cuyos habitantes disponen de herramientas
digitales avanzadas, como Internet de banda ancha, sino donde ésta y otras tecnologías se usan para
mejorar la calidad de los servicios públicos y privados. Éstos son algunos de sus rasgos principales
según el consultor Mauricio Bouskela, del Banco Interamericano de Desarrollo:
Gestión racional del espacio urbano y los recursos naturales. Empleo de fuentes alternativas de
energía y reducción de emisiones de CO2. Uso de redes de comunicación, sensores y sistemas
inteligentes. Manejo de grandes bases de datos para prever o mitigar problemas. Aprovechamiento
de herramientas digitales y plataformas interactivas. Conexión del gobierno y los ciudadanos y
realización de trámites por Internet. Generación de nuevos servicios y empresas de base tecnológica.
Centro desplazado
Las antiguas polis griegas, las ciudades renacentistas y las modernas urbes del continente americano
tienen como rasgo común la concentración de los núcleos de poder político, social, religioso y
financiero en un sitio emblemático: el centro histórico rodeado por las antiguas iglesias y palacios de
gobierno, la plaza principal con sus monumentos a los héroes o los distritos financieros erizados de
rascacielos son los sitios neurálgicos donde se organiza la vida en las metrópolis.
Muchos centros de investigación trabajan también en el diseño de prototipos y modelos urbanos que
se ajusten a las necesidades de los ciudadanos del siglo XXI. Por ejemplo, el Laboratorio de Ciudades
Inteligentes del Instituto Tecnológico de Massachusetts explora seis líneas de estudio que van del
análisis, modelado de datos y simulaciones de movimientos de personas y vehículos en las urbes, hasta
la proyección de edificios inteligentes y el trazado de las redes de abasto de energía.
Espacios del futuro
Llevar las ciudades inteligentes de los planos a la realidad parece tan utópico como futurista pero
ya se han dado los primeros pasos en varias partes del mundo y muchas empresas están
participando en este esfuerzo. En 2014, Intel, IBM, Cisco, General Electric y AT&T integraron el
Consorcio Industrial de Internet, con el que buscan mejorar el acceso público y privado a las
grandes bases de datos y mejorar la integración de los ámbitos digital y real en las urbes.
Uno de los frutos de esta alianza se puede observar en la ciudad sudcoreana de Songdo, cuyas
autoridades pretenden conectarlo todo: personas, autos, edificios y redes de energía. Con apoyo de
la compañía Cisco, buscan también instalar sistemas de video para teleconferencias en cada hogar,
escuela y entidad pública dentro de sus límites territoriales.
Otro ejemplo es Masdar, en Abu Dhabi (el mayor de los Emiratos Árabes Unidos), una
ciudad en medio del desierto que comenzó a construirse en 2008 bajo la dirección del
estudio del arquitecto británico Norman Foster. Masdar fue concebida como la primera
urbe sustentable del mundo, con la ambiciosa meta de reducir a cero sus emisiones de
carbono.
Guadalajara digital
En el Parque Morelos de la capital de Jalisco este año se inició con apoyo del gobierno federal la
construcción de la Ciudad Creativa Digital (CCD), que congregará empresas de cine, televisión,
videojuegos, animación digital, medios interactivos e Internet en una superficie de 180 hectáreas. El
Plan Maestro de la CCD, elaborado por el arquitecto Carlo Ratti, consultores internacionales y
expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, contempla la renovación del Centro Histórico
de Guadalajara en áreas como diseño urbano, infraestructura, movilidad, sustentabilidad y
tecnologías interactivas.
En México
Su transformación puede comenzar instalando en los vecindarios sistemas de alumbrado que
respondan a las condiciones de luz o servicios de recolección de basura que operen en forma
programada vía Internet. Éste es el modelo en el que se basará Ciudad Maderas, que inicialmente
abarcará unas 400 hectáreas de superficie con espacios abiertos e interconectados pensados para
una población de hasta 100 000 habitantes.
Este desarrollo queretano ha sido catalogado como la primera ciudad inteligente del país, aunque
existen otras iniciativas sustentadas sobre todo en la expansión de la conectividad y las tecnologías
digitales, que se han definido de manera similar en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey.
¿Ciudades para todos?
Una de las mayores críticas a los modelos de ciudad inteligente es que son inaccesibles para los
habitantes de clases medias y bajas, las cuales en principio podrían quedar excluidas del desarrollo.
El académico, quien ha cuestionado algunos aspectos del plan del gobierno egipcio anunciado este
año para construir una nueva capital modernizada que supere a la histórica El Cairo, también alerta
que las nuevas ciudades con frecuencia se quedan cortas en el objetivo de dar empleo a sus
habitantes más pobres, así como sistemas de transporte adecuados que les permitan desplazarse
desde las zonas periféricas.
Otro argumento en contra es que cuando los gobiernos intervienen en estos proyectos de nuevas
metrópolis, suelen utilizarlos con fines propagandísticos y generar falsas expectativas de
sustentabilidad que en la práctica muy pocas veces se materializan.
Desafíos
América Latina es la segunda región más urbanizada del planeta, con una tasa de urbanización que
pasó de 64% en 1980 al 79% en 2010. Y de seguir esta tendencia, aproximadamente el 87% de la
población de la zona vivirá en ciudades en el año 2050 (datos del BID). Además, el 82% de la población
de América Latina habita en zonas costeras de baja altitud, muy vulnerables a las lluvias, las
inundaciones, los deslaves y los huracanes.
Todos estos desafíos deben tomarse en cuenta para impulsar modelos propios de desarrollo que se
ajusten a las necesidades económicas, sociales, geográficas, políticas y demográficas de cada urbe,
señala por su parte Bouskela. Como respuesta a estos desafíos se creó la iniciativa Ciudades
Emergentes y Sostenibles en América Latina y El Caribe, que impulsa la transformación de urbes de
tamaño intermedio, con poblaciones de entre 100 000 y dos millones de habitantes.
El BID, que aporta recursos técnicos y financieros para tal fin, estima que estas metrópolis tendrán un
mayor crecimiento económico y demográfico en los próximos años. Tres urbes mexicanas —La Paz,
Jalapa y Campeche— ya estaban incluidas en la iniciativa, y este año se integraron dos más: Toluca y
Puebla. La iniciativa contempla aspectos como sustentabilidad ambiental, desarrollo urbano, solvencia
fiscal y prácticas de buen gobierno, y permitirá a las ciudades identificar y evaluar sus principales
problemas, para después buscar las mejores soluciones.