Enfoque filosófico dialéctico-materialista
de la investigación científica
El empleo de fundamentos filosóficos dialéctico-materialistas en la investigación científica se debe asumir
como una herramienta epistemológica que posibilita: la fundamentación cosmovisiva coherente del
proceso y sus productos; la legitimación de su lógica discursiva; la indagación crítica ante los constructos,
cuya reconstrucción teórica es una exigencia de la reflexividad dialéctica; el distanciamiento teórico como
función del pensar epistémico, que asume en la praxis un modelo de evaluación comprometida de la
realidad; la evitación del canon metodológico cerrado, que supone la triangulación dialéctica como
perspectiva de análisis integrador.
Los fundamentos filosóficos de la investigación científica
Al investigar se parte de un enfoque cosmovisivo que transparenta la
postura filosófica del investigador y de su indagación científica sobre la
realidad. Ello revela -quiérase o no, declárese o no- los fundamentos
filosóficos de la ciencia.
A juicio de este autor, son fundamentos filosóficos de partida para
cualquier investigación los siguientes: El fundamento ontológico:
supone develar la naturaleza del problema científico, el objeto de
investigación y el campo de acción desde la comprensión de su
esencialidad en tanto ente de la realidad, para lo cual el proceso
de indagación científica sirve como medio que revela su naturaleza
objetivo-subjetiva. El fundamento gnoseológico: para establecer
los nexos de ruptura y continuidad del conocimiento sobre el
objeto y campo, a partir de la indagación de su marco
teórico-referencial y el estado del arte de la cuestión científica que
se investiga. El fundamento epistemológico: que confiere validez a
la arquitectura científica de la investigación, su producto teórico y
su trascendencia para el sistema de conocimientos de la ciencia en
cuestión.
El fundamento cosmovisivo: los conceptos,
regularidades, leyes y teorías que resultan de la
investigación son un genuino producto de la concepción
del mundo del investigador. Ningún resultado científico
escapa a esta realidad, lo que en el caso de las Ciencias
Sociales se expresa de modo directo por las resonancias
que en el plano de la significación e interpretación
ideo-política tienen los aportes teórico y práctico de
toda investigación. El fundamento lógico: que supone la
validez de constructo, significado y sentido de la
investigación en su conjunto y de sus aportes en
particular. El fundamento metodológico: presume la
asunción de una regulación teórico-práctica de la
investigación desde la capacidad integradora de
métodos, procedimientos y estilos de pensamiento, en
correspondencia con el modo en que se explora la
realidad por las ciencias.
El fundamento ético-praxiológico: se asume desde la posición del investigador al
articular una obra con coherencia científica y corrección moral desde su enfoque
humanista y comprometido, que revela el compromiso social de la ciencia, la
pertinencia de sus resultados a un determinado modelo de actuación humana
trascendente y la capacidad de responder, mediante la acción científica, a las
demandas, necesidades y urgencias de la sociedad.
La Complejidad y la necesidad de un enfoque filosófico coherente
La sistematización de los fundamentos filosóficos de toda investigación científica responde hoy a una
urgencia teórica de primer orden: la emergencia del paradigma de la complejidad hace imprescindible un
replanteamiento del papel del enfoque dialéctico-materialista en la construcción de la ciencia.
Carlos Delgado, al recrear una propuesta de Maldonado, propone la siguiente distinción: La complejidad
como ciencia propiamente dicha: las ideas científicas que tienen un carácter más concreto y específico, el
estudio de la dinámica no lineal en diversos sistemas concretos. La complejidad como método: las
construcciones metodológicas a partir de estos desarrollos científicos, la propuesta de un método de
pensamiento que supere las dicotomías de los enfoques disciplinarios del saber y que consiste
básicamente en el aprendizaje del pensamiento relacional. La complejidad como cosmovisión: las
elaboraciones acerca del mundo en su conjunto y el proceso de la cognición humana en general, la
elaboración de una nueva mirada al mundo y al conocimiento que supere el reduccionismo a partir de las
consideraciones holistas emergentes del pensamiento sistémico
Desde las nuevas perspectivas teóricas que introducen sus nociones, la complejidad parece compartir -en
términos de revolución epistemológica-ciertos presupuestos comunes de claras implicaciones filosóficas
dialéctico-materialistas, entre los que destacan: la sustitución del ideal clásico de racionalidad por uno
nuevo, complejo; la reformulación del presupuesto de objetividad; la superación de la dicotomía de las
ciencias naturales y las ciencias sociales, la ciencia y la moral, el conocimiento y los valores; el diálogo
transdisciplinario de saberes; la reformulación del pensamiento dialéctico; la incorporación de la
reflexividad social como eje articulador del pensamiento; el cultivo sistematizado de una epistemología de
la integración; la noción del saber social situado; la emergencia de ciencias sociales de nuevo tipo.
El diseño metodológico desde una perspectiva
filosófica dialéctico-materialista
La racionalidad de la construcción de la ciencia implica que toda
investigación se diseñe desde lo teórico-metodológico a partir de un
posicionamiento coherente en la realidad que sirve de punto de partida al
proceso indagatorio. Lo anterior supone que los fundamentos filosóficos se
hacen explícitos desde la propia construcción de la arquitectura de la
investigación, como diseño de sus acciones para legitimar los resultados de
la misma, que siempre serán complejos en tanto proceso y producto de la
actividad humana.
Los instrumentos filosóficos para investigar
Resulta ineludible el empleo del arsenal filosófico para
investigar. Los constructos de la ciencia son expresión mediada
de los principios, leyes y categorías filosóficas, aplicados al plano
particular de la comprensión del objeto, desde las coordenadas
de la ciencia que se trate. Es por ello que tras cada concepto
científico hay un trasfondo filosófico.
Estos instrumentos filosóficos para investigar tienen su síntesis genial en la conocida crítica magistral que
hace Lenin a Hegel, cuando discutió un grupo de aspectos que revelan la solución general a las
interrogantes que plantean la selección e implementación correcta de los métodos de investigación; son
los llamados elementos de la dialéctica y ellos postulan:
Objetividad del examen: ni ejemplos ni divergencias, sino la ¨cosa en sí¨. Todo el
conjunto de las múltiples relaciones de los fenómenos y procesos con los otros.
Desarrollo de los fenómenos y procesos, su automovimiento, su propia vida.
Tendencias y aspectos internos que son contradictorios en los fenómenos y procesos.
Los fenómenos y procesos como suma y unidad de los contrarios. Lucha y despliegue
de esos contrarios, tendencias contradictorias, y otras. Unión del análisis y la síntesis,
análisis de las distintas partes y del conjunto, suma de esas partes. Las relaciones de
cada fenómeno no solo son múltiples, sino generales, universales.
No solo la unidad de los contrarios, sino las transiciones de cada definición,
cualidad, rasgo, aspecto, propiedad, a cada cual de los otros. El infinito proceso de
revelación de nuevos aspectos, relaciones. El infinito proceso de profundización del
conocimiento humano de los fenómenos, de los procesos, etcétera, partiendo del
fenómeno para llegar a la esencia y de la esencia menos profunda a otra más
profunda. De la coexistencia a la causalidad y de una forma de conexión y de
interdependencia a otra más profunda, más general. Repetición, en una etapa
superior, de ciertos rasgos, propiedades…, de la inferior. Pretendido retorno a lo
antiguo (negación de la negación). Lucha del contenido con la forma y a la inversa.
El rechazo de la forma, la transformación del contenido. Transición de la cantidad a
la calidad y viceversa. (15 y 16 son ejemplos de 9)
El desafío del empleo de los clásicos
Los fundamentos filosóficos de la investigación científica se asumen desde referentes y presupuestos que
todo investigador sistematiza en clave de re-construcción epistemológica de su objeto y campo de acción,
para legitimar su resultado científico desde su conexión teórica con el cuerpo de saberes establecido por
la historia del pensamiento. Ello hace imprescindible acudir a los clásicos de la filosofía marxista leninista
en algún momento del discurso científico para sostener las bases cosmovisivas de los fundamentos, la
construcción explicativa y los aportes de la investigación, lo que abre un desafío de nuevo signo al
pensamiento científico, esta vez en materia de argumentación desde coordenadas filosóficas.
Este tipo de praxis tiene al menos dos áreas de riesgo inmediatas: Convertir al marxismo-leninismo en una
técnica erudita de exégesis de textos, como sostiene Ribeiro, al pretender que en sus obras reside toda la
sabiduría, con obediencia a los postulados del manual de turno. Pretender que la tesis marxista re-citada
concentre la respuesta final para toda cuestión analizada.20