Esta mente, se basa en la disciplina, la cual es una manera
característica de concebir el mundo.
La formación de una mente disciplinada, se realiza mediante:
La identificación de
intereses y dones
compartidos
La realización
con éxito de
ciertas tareas
Esto nos da una retroalimentación útil y oportuna sobre otros trabajos realizados en una disciplina, y
superando sucesivas dificultades en el camino hacia el dominio de una disciplina.
La demostración de
formas de pensar
La obtención de una mente disciplinada supone cuatro pasos
básicos:
Identificar temas o
conceptos
verdaderamente
importantes dentro
de la disciplina.
Dedicar a estos temas el
tiempo necesario,
estudiándolos a fondo
durante un tiempo
presiso.
Establecer unas demostraciones de la
comprensión y dar abundantes
oportunidades a los estudiantes para que
revelen su comprensión en una variedad de
condiciones.
Abordar los temas de varias
maneras, sacando partido de las
diversas formas de aprender en la
educación orientada a la
comprensión disciplinaria.
Esto permite lograr dos objetivos importantes:
El enseñante llega a más estudiantes, por medio de
relatos, debates, obras de arte o identificándose con un
experto.
Comprender a fondo un tema o un método, pudiendo
concebirlo de varias maneras.
Una persona es disciplinada en la medida en que haya adquirido unos hábitos que le permitan realizar un avance constante, y en esencia
perpetuo, hacia el dominio de una técnica, un arte o un conjunto de conocimientos.