Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir
ciertas cosas nos convienen y otras no si
queremos seguir viviendo. De modo que
ciertas cosas nos convienen y a lo que nos
conviene solemos llamarlo «bueno» porque
nos sienta bien; otras, en cambio, nos
sientan pero que muy mal y a todo eso lo
llamamos «malo». Saber lo que nos
conviene, es decir: distinguir entre lo bueno
y lo malo, es un conocimiento que todos
intentamos adquirir
La mentira es algo en general malo, porque destruye la
confianza en la palabra y enemista a las personas; pero a
veces parece que puede ser útil o beneficioso mentir para
obtener alguna ventajilla
Lo malo parece a veces resultar más o menos bueno y lo
bueno tiene en ocasiones apariencias de malo
libertad
Los animales no tienen más remedio que ser tal como son y
hacer lo que están programados naturalmente para hacer.
No se les puede reprochar que lo hagan ni aplaudirles por ello porque no
saben comportarse de otro modo.
Con los hombres nunca puede uno estar seguro del todo, mientras que con los animales o con otros
seres naturales sí.
Por mucha programación biológica o cultural que tengamos, los hombres
siempre podemos optar finalmente por algo que no esté en el programa.
Por muy achuchados que nos veamos por las circunstancias, nunca tenemos un solo
camino a seguir sino varios.