La teoría propone seis fundamentos del razonamiento moral a partir del cual las personas y las culturas construyen su moral. Estos son: La naturaleza humana, el deber, el amor, el contrato social y la utilidad.
La naturaleza humana: Se fundamenta en la razón, que a su vez
constituye la esencia o naturaleza del hombre. Las
personas actuamos a como nos corresponda y así
logramos la felicidad.
El deber: Se entiende por deber moral u obligación moral a aquellos
deberes u obligaciones cuyo cumplimiento no puede demandarse por
vía legal, sino que existen sometidos a la conciencia de cada quién.
La voluntad : Alude la intención con que se realizan las acciones, que en este
caso está orientada al bien. Todo acto voluntario es conciente y de libre
elección, pero puede esconder un deseo o la determinación de hacer daño, o no
ayudar y entonces no se tratará de una buena voluntad, sino mala.
El amor: Lleva a las buenas acciones, y muchas veces
tomamos decisiones que no van a favor de nuestro
bienestar, pero lo hacemos por amor a nuestra familia.
El contrato social: Dicta que las personas viven juntas en la sociedad
siguiendo un contrato que establece las reglas del comportamiento
moral y político. Algunas personas creen que si vivimos respetando un
contrato social, podemos vivir moralmente por voluntad propia y no
porque así lo dicta un ser divino.
La utilidad: Afirma que la finalidad del hombre es la felicidad y las
acciones humanas se deben dirigir al mayor logro de la felicidad
general, disminuyendo el dolor y aumentando el placer.