La motivación es la fuerza que nos
mueve a realizar actividades
Estamos motivados cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos
capaces de perseverar en el esfuerzo que ese algo requiere durante el tiempo
necesario para conseguir el objetivo que nos hayamos propuesto.
La motivación es lo que originariamente
determina que una persona inicie una acción
(activación), se desplace hacia un objetivo
(dirección) y persista en sus tentativas para
alcanzarlo (persistencia).
La motivación puede ser interna
y externa. Esta depende de la
necesidad, interés, actitud,
aspiración y valor.
Algunos expertos afirman que hay tres categorías importantes
para el estudio de la motivación que son: las metas e
intenciones con la que uno se implica en la realización de una
tarea; la competencia percibida y las reacciones
afectivo-¬‐emocionales que se producen.
Las metas e intenciones guían la conducta académica de los estudiantes y marcan, en
gran medida, el tipo de recursos cognitivos que ponen en marcha a la hora de
enfrentarse a los diversos aprendizajes como, por ejemplo, el tipo de estrategias a
utilizar que les permite lograr un aprendizaje significativo. Existen dos tipos de metas,
las de aprendizaje y las de rendimiento; en las primeras lo importante es el
conocimiento, mientras que en las segundas lo importante es el resultado
En la competencia percibida, dos aspectos son importantes y motivadores para el
estudiante: que los objetivos de aprendizaje sean claros y la utilidad que tendrá en
vida tal aprendizaje. El estudiante debe saber qué se pretende, cuál es el objetivo o
propósito de la realización de tareas académicas y sentir que ello cubre alguna
necesidad (de saber, de realizar, de informarse, de profundizar, de relacionar, de
integrar, etc.).
Las reacciones afectivas emocionales están sujetas a la valoración personal y
subjetiva que el estudiante hace de sí mismo; son las que pueden determinar el éxito
o fracaso en sus estudios. Las distintas interpretaciones y valoraciones que realiza
una persona de sus resultados académicos influyen sobre su motivación, que
también depende de la relación que tenga con su entorno, de las relaciones
interpersonales y de los espacios adecuados de aprendizaje. Aunque las reacciones
afectivas son internas, pueden presentarse circunstancias externas que varíen la
percepción del estudiante hacia un aprendizaje.