Nacio enTréveris, Reino de Prusia, 5 de mayo de 1818 y murio en Londres, Reino Unido, 14 de marzo de 1883, fue un
filósofo, intelectual y militante comunista alemán de origen judío.1 En su vasta e influyente obra, incursionó en los
campos de la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la economía; aunque no limitó su trabajo
solamente al área intelectual, pues además incursionó en el campo del periodismo y la política, proponiendo en su
pensamiento la unión de la teoría y la práctica. Junto a Friedrich Engels, es el padre del socialismo científico, del
comunismo moderno, del marxismo y del materialismo dialéctico. Sus escritos más conocidos son el Manifiesto del
Partido Comunista (en coautoría con Engels) y El Capital.
LA CRITICA AL IDEALISMO ABSOLUTO DE HEGEL: El primero emerge de la manera más clara en la
Fenomenología, como cuna de la Filosofia hegeliana. Cuando él concibe, por ejemplo, la riqueza, el
poder estatal, etcétera, como esencias enajenadas para el ser humano, esto sólo se produce en forma
especulativa... Son entidades ideales y por ello. simplemente un extrañamiento del pensamiento
filosófico puro, es decir, abstracto. Todo el movimiento termina así con el saber absoluto. Es
justamente del pensamiento abstracto de donde estos objetos están extrañados y es justamente al
pensamiento abstracto al que se enfrentan con su pretensión de realidad. El filósofo (una forma
abstracta, pues, del hombre enajenado) se erige en medida del mundo enajenado. Toda la historia de la
enajenación y toda la revocación de la enajenación no es así sino la historia de la producción del
pensamiento abstracto, es decir, absoluto del pensamiento lógico especulativo. El extrañamiento, que
constituye, por tanto, el
LA CRITICA AL MATERIALISMO CLASICO:El materialismo histórico de Marx no se puede interpretar como el
materialismo clásico de Demócrito o Leucipo, ni tampoco como el mecanicismo científico, tan propio de la
modernidad. La intención de Marx no es afirmar que todo es materia, sino que su propuesta va más allá,
precisamente por el hecho de aplicarse a la historia y la economía. De manera que este materialismo
marxista está alejado del idealismo hegeliano (la realidad material será más importante que el pensamiento)
pero también mantiene una distancia crítica respecto al materialismo clásico y el mecanicismo, demasiado
reduccionistas (piénsese en los nuevos modelos científicos del siglo XIX, como la teoría de la evolución) y
estáticos, carentes del dinamismo propio de la dialéctica. Por si esto fuera poco, el materialismo clásico es
sólo una teoría más, sin preocuparse de la transformación de aquello que observa.