Su condición personal es
lamentable. La esclavitud es la
negación de la personalidad
El esclavo en el origen (homo,
servus, mancipium) no es una
persona, no tiene familia: su
unión (contubernium) es un puro
hecho, no un matrimonio
(matrimonium); no tiene
patrimonio; no puede
comparecer en justicia.
Siendo una "res, puede ser objeto de propiedad
exclusiva o colectiva. Pertenece a una persona
que ejerce sobre él la "Dominica potesta".