En general, la Revolución Industrial, generó muchas ventajas para incrementar
la producción y agilizar el transporte. Aunque también, fue origen de nuevos
problemas de orden socio-económico que con el tiempo se convertirían en el eje
central de las luchas sociales y las reivindicaciones del trabajador asalariado.
Consecuencias Sociales
El proceso industrializador, que tuvo su origen en
Inglaterra y luego se extendió por Europa no sólo tuvo un
gran impacto económico, sino que además generó
enormes transformaciones sociales. La principal
consecuencia de la industrialización fue la sustitución de
la sociedad estamental por la sociedad de clases (en la
que la clase social estaba determinada por los bienes
materiales). La nobleza perdió su antiguo protagonismo y,
en cambio, la burguesía con sus riquezas se fue
imponiendo socialmente hasta llegar a reclamar el poder
político. En este escenario la burguesía desplazó
definitivamente a la nobleza terrateniente y su situación
de privilegio social se basó fundamentalmente en la
fortuna y no en el origen o en la sangre. Los empresarios
obtenían grandes riquezas, no sólo vendiendo sus
productos y compitiendo, sino además pagando bajos
precios por la fuerza del trabajo aportada por los obreros.