la formación en la universidad depende esencialmente de uno mismo. En segundo lugar depende de la
ayuda y orientación de tus profesores, que te guían. Ellos te van a requerir, de un modo u otro, que
te introduzcas en la bibliografía y fuentes de información
Es la base de el aprendizaje permanente:
Hay cuestiones del día a día sobre las que
ir manteniéndote (in)formado y que son
las que marcan la diferencia. Eso es más
fácil si estás preparado para ello desde la
carrera porque te has familiarizado con las
fuentes de información* científica de la
rama de conocimiento a la que te dedicas
Excelencia y cultura de trabajo:
Quien pasa por la universidad para ser, se supone, un profesional o un
experto, no digamos ya si se tratara de un investigador, tiene que saber
aplicar el conocimiento científico en su trabajo a todas horas
eficazmente.