Los capilares glomerulares tienen
grandes poros en sus paredes, y la
capa de cápsula de Bowman que está
en contacto con el glomérulo
muestra hendiduras de filtración.
El agua, junto con los
solutos disueltos en la
misma, pueden de este
modo pasar desde el plasma
sanguíneo al interior de la
cápsula y los túbulos de la
nefrona.
Las células endoteliales de
los capilares glomerulares
presentan grandes orificios
(200 a 500 Å de diámetro)
llamados ventanas; por ello,
se dice que el endotelio
glomerular es fenestrado.
Como una consecuencia de tales
grandes orificios, los capilares
glomerulares son 100 a 400 veces
más permeables al agua y los
solutos disueltos en el plasma que
los capilares de los músculos
esqueléticos.
Aunque los orificios de los
capilares glomerulares son
amplios, son todavía lo
suficientemente pequeños
como para impedir el paso
de los glóbulos rojos,
glóbulos blancos y las
plaquetas en el filtrado
Antes que el líquido del
plasma sanguíneo pueda
entrar en el interior de la
cápsula glomerular, debe
ser filtrado a través de
tres capas que sirven
como filtros selectivos.
El líquido que ingresa en la cápsula
glomerular comienza a referirse como
el filtrado, que es el líquido que deberá
modificarse a medida que pase a través
de los diferentes segmentos de los
túbulos de la nefrona para convertirse
en la orina.
Tres capas
La primera barrera de filtración
potencial la constituyen los orificios
capilares, que cuentan con dimensiones
suficientes como para permitir que las
proteínas los atraviesen, pero que están
rodeados por cargas que representan
algún obstáculo al paso de las proteínas
plasmáticas.
La segunda barrera potencial es la
membrana basal glomerular, una capa de
colágena IV y proteoglucanos situada
inmediatamente por fuera del endotelio
capilar.
Ésta puede representar un cierto
obstáculo para las proteínas plasmáticas,
y asimismo un defecto genético en la
colágena IV puede causar
glomerulonefritis hereditaria (síndrome
de Alport).
La membrana basal glomerular es más
de cinco veces más gruesa que la
membrana basal de otros vasos y es la
estructura que más limita la tasa de
flujo líquido hacia la luz capsular.
A continuación, el filtrado debe pasar a
través de la capa interna (visceral) de
la cápsula glomerular, donde se
localiza la tercera barrera de filtración
potencial.
Esta capa está compuesta por células
llamadas podocitos, cuya forma
recuerda a la de un pulpo con un cuerpo
celular bulboso y varios brazos gruesos.
Las estrechas hendiduras
entre pedicelos adyacentes
proveen un pasadizo a través
del cual deben pasar las
moléculas del filtrado para
ingresar al interior del filtrado
glomerular
Se la denomina diafragma de la
hendidura y representa la tercera
barrera de filtración potencial.
Ultrafiltrado
glomerular
El líquido que ingresa en la
cápsula glomerular se llama
filtrado o ultrafiltrado debido a
que se forma bajo presión la
presión hidrostática de la sangre
Este proceso es similar al de la
formación de líquido tisular por parte
de otros lechos capilares del cuerpo en
respuesta a las fuerzas de Starling
La fuerza que favorece la
filtración recibe la oposición de
la fuerza contraria que
desarrolla la presión
hidrostática del líquido de la
cápsula glomerular.
La presión hidrostática del líquido de la
cápsula glomerular. También, en vista
de que la concentración de proteína del
líquido tubular es baja (menor de 2 a 5
mg por 100 ml) comparada con la del
plasma (6 a 8 g por 100 ml), la mayor
presión coloidosmótica del plasma
promueve el retorno osmótico del agua
filtrada.
Cuando estas fuerzas opuestas se
restan de la presión hidrostática de
los capilares glomerulares, se
obtiene una presión de filtración
neta de sólo alrededor de 10 mm
Hg.
La tasa de filtración glomerular (GFR) es
el volumen de filtrado producido por
ambos riñones por minuto. La GFR
promedia 115 ml por minuto en las
mujeres y 125 ml por minuto en los
varones.