Las instrucciones son indicaciones sobre cómo hacer algo, siguiendo unos
pasos concretos. Es importante no saltarse ninguna indicación y explicar la
secuencia de acciones de forma ordenada y detallada, sin omitir detalles.
Usar un lenguaje claro y preciso, incluso con tecnicismos.
Presentar una sintaxis sencilla: oraciones simples, con el
objetivo de que el receptor pueda comprender el mensaje
sin dificultad.
Usar la función apelativa.
Utilizar los imperativos, las perífrasis de mandato o verbos con este valor
Emplear conectores de ordenación para organizar las indicaciones
Emplear como tratamiento más frecuente, la segunda persona, singular o
plural, informal.
El texto instructivo se presenta con una estructura muy transparente y suele cumplir los siguientes
puntos:
Listar las partes o elementos del objeto, para concretar los ingredientes, materiales o elementos
que serán necesarios en el proceso a realizar.
Enumerar los pasos a seguir y la secuenciación de los mismos para transmitir de forma muy clara
los procesos a realizar.
Incorporar algunas advertencias o recomendaciones especiales basándose en la
propia experiencia, para facilitar las tareas a realizar por parte del receptor.