La cultura paracas se desarrolló
principalmente entre los ríos Ica y
Pisco y en la península de Paracas
(Región Ica). En su época de mayor
expansión, se extendió por el norte
hasta Chincha y por el sur hasta
Yauca en la región Arequipa.
La cultura paracas fue descubierta
en julio de 1925 por el arqueólogo
peruano Julio C. Tello, frente a la
bahía de Paracas y al sur de Pisco. En
agosto del mismo año, Tello,
ayudado por su discípulo Toribio
Mejía Xesspe, instaló un
campamento arqueológico en el
sitio.
La cerámica paracas presenta un
estilo definido y muy vistoso, que
se repite fuera de la península de
Paracas, en diversas áreas
situadas entre los valles de
Chincha, al norte, y el valle del Río
Grande (Nazca), al sur. Para el
valle de Ica se ha logrado
establecer una larga secuencia de
cerámica, que se inicia en tiempos
anteriores a Paracas y termina ya
en los inicios de la cultura Nazca,
la cual es conocida como el Estilo
Ocucaje, que consta de 10 fases.
Cabe destacar que esta secuencia
cerámica es la más completa del
Formativo Andino.